"OPaL preveía que podría obtener fondos a más largo plazo a un tipo comparativamente más barato, pero el mercado lo ha rechazado, porque con el aumento general de los riesgos quieren una prima más alta, lo que está provocando un desajuste entre la oferta y la demanda", dijo Nagesh Chauhan, responsable del mercado de capitales de deuda de Tipsons Group.

A primera hora del día, OPaL se deshizo de una oferta prevista de bonos a 10 años y aceptó ofertas sólo de bonos a siete años para captar 1.000 millones de rupias en papeles con un cupón del 8,58%.

Las ofertas por el bono a 10 años llegaron a ser del 10,50% por parte de algunos inversores, lo que obligó a la empresa a rechazarlas todas, según dijeron los banqueros.

El miércoles, la empresa estatal Power Finance Corp, con calificación AAA, también se vio obligada a retirar una oferta de bonos a 10 años, lo que le dejó la opción de recaudar fondos únicamente a través de pagarés a tres años. Había recibido ofertas por encima del 7,80%, según los operadores.

El rendimiento del bono de referencia a 10 años de la India se situó en el 7,47%, cinco puntos básicos más esta semana, lo que ha puesto nerviosos a los participantes del mercado sobre la trayectoria futura de los tipos de interés.

Tras la subida de tipos de la Reserva Federal de EE.UU. el miércoles, algunos inversores esperan que la reunión de diciembre del banco central desemboque en un aumento de 50 puntos básicos, lo que empujará a la rupia aún más a la baja.

"Esto podría haber llevado a los inversores a esperar tipos más altos también en los bonos corporativos", dijo Venkatakrishnan Srinivasan, fundador y socio gerente de la firma de asesoría de deuda Rockfort Fincap.

El miércoles, la Reserva Federal subió los tipos 75 puntos básicos hasta situarlos en la horquilla del 3,75%-4,00%, y afirmó que seguirá subiéndolos para luchar contra la inflación. El tipo repo del Banco de Reserva de la India se sitúa en el 5,90%, y la próxima decisión sobre los tipos está prevista para el 7 de diciembre.

Algunos emisores también consideran que, a largo plazo, los préstamos bancarios son más baratos que los bonos, afirmó Srinivasan, de Rockfort Fincap.

"Si esta tendencia continúa, los emisores dudarán en emitir bonos a más largo plazo y sólo optarán por papeles más cortos de tres a cinco años".