Societe Generale, el tercer mayor banco cotizado de Francia, obtuvo el viernes unos beneficios trimestrales mejores de lo esperado, ya que los buenos resultados de su banco de inversión compensaron la fuerte caída registrada en su división minorista francesa.

El beneficio neto del grupo SocGen en el tercer trimestre se situó en 295 millones de euros (313,2 millones de dólares), por encima de la media de 168 millones de euros de las estimaciones de 13 analistas recopiladas por la compañía.

Fue un 80% inferior al del año anterior, ya que el banco contabilizó 340 millones de euros en amortizaciones vinculadas a algunas de sus actividades, además de una provisión de 270 millones de euros para activos fiscales diferidos.

Ambos golpes a la cuenta de resultados de SocGen habían sido señalados en el día del inversor del banco en septiembre. Los ingresos del grupo cayeron un 6,2% respecto al año anterior, hasta unos 6.200 millones de euros, por debajo de la media de 6.300 millones esperada por los analistas.

El consejero delegado de SocGen, Slawomir Krupa, que tomó las riendas de la empresa en mayo, se esfuerza por reanimar las acciones del banco cumpliendo los objetivos de reducción de costes y conservadurismo que estableció en septiembre.

Pero sus objetivos a medio plazo, que incluyen un exiguo objetivo de crecimiento anual de los ingresos del 0 al 2% para 2026, fueron considerados decepcionantes por los inversores que esperaban mayores beneficios para los accionistas, lo que hizo caer las acciones más de un 10%.

El año en curso, calificado de año de "transición" por SocGen, está marcado por la integración de la empresa de arrendamiento de automóviles LeasePlan por parte de ALD, el rival cotizado del banco, bajo la marca Ayvens. El banco también ha finalizado la fusión de sus dos redes minoristas francesas.

Las dos operaciones han pesado sobre los costes, en un momento en que el mercado minorista francés, en claro contraste con otros países europeos, arroja márgenes más bajos, incluso cuando los tipos de interés han subido al ritmo más rápido de la historia reciente.

Las estrictas normas francesas sobre la fijación de los tipos hipotecarios, combinadas con un tipo de remuneración fijado por el gobierno para la cuenta de ahorro más popular del país, han limitado los beneficios de unos tipos más altos sobre los ingresos netos por intereses (INI) de los bancos franceses, es decir, los beneficios de los préstamos menos el coste de los depósitos.

El NII de la división minorista francesa cayó un 27% en el trimestre, excluyendo dos cuentas de ahorro reguladas.

En este contexto, la caída de las ventas del 0,4% observada en el banco de inversión de SocGen, se compara bien con la de algunos de sus homólogos europeos.

Los ingresos procedentes de la negociación de renta fija y valores descendieron un 4,6%, superando a su mayor rival francés, BNP Paribas, Deutsche Bank y Barclays, ya que la menor volatilidad de los mercados financieros hace mella en los beneficios de los bancos de inversión.

El negocio de financiación y asesoramiento a empresas registró un aumento de las ventas del 2,1%, lo que contribuyó a impulsar el beneficio neto de la división, que subió un 7,7% durante el periodo.

SocGen recortó el objetivo para todo el año de su coste del riesgo -dinero reservado para préstamos incobrables- a "menos de 20 puntos básicos", frente a una orientación de menos de 30 puntos básicos. (1 dólar = 0,9419 euros) (Reportaje de Mathieu Rosemain, edición de Silvia Aloisi)