El gigante alimentario controlado por el sindicato alemán de productores de remolacha -el free float se reduce a sólo el 25% del capital- publicó ayer sus resultados anuales.
Se caracterizaron por un espectacular aumento de las ventas y del beneficio de explotación: las primeras, un 25%, y el segundo, un 111%.
Esta bendición se debe a las condiciones providenciales del mercado del azúcar. Una escasez temporal de la oferta ha impulsado el precio del azúcar a niveles récord en los mercados internacionales - aunque la mayoría de los contratos, hay que recordarlo, se firman en el mercado extrabursátil y no al contado.
En un mercado con un exceso de capacidad crónico, los últimos episodios de este tipo se remontan a 2012 y 2016. Normalmente, el exceso de producción de Brasil y Australia, entre otros, deprime los precios.
A pesar del fin de las cuotas impuestas por Bruselas, la normativa europea destinada a mantener el precio del azúcar lo más bajo posible -en consonancia con la voluntad de controlar los presupuestos alimentarios de los hogares- representa un hándicap adicional.
Para compensarlo, el grupo se ha diversificado hacia los productos transformados -que ahora representan la mitad de las ventas- y los biocarburantes. En este último segmento, sin embargo, las cosas están volviendo a la normalidad tras la explosión de los precios de hace dos años.
Südzucker es una de esas acciones que en realidad se parecen más a un bono. No hay crecimiento -de ahí una cotización que se mantiene invariable desde hace treinta años- y la dirección sólo aspira a una cosa: un reparto de dividendos regular y seguro.
Apreciamos que el grupo no haya probado el diablo con peligrosas operaciones de crecimiento externo. El reparto de dividendos, aunque variable y desigual, siempre está bien cubierto por el flujo de caja. Todo ello, por supuesto, a pesar de una rentabilidad de explotación anémica.
La rentabilidad por dividendo actual apenas supera la de los bonos soberanos triple A. En este momento, por tanto, la dimensión especulativa es fuerte, entre otras cosas porque el paréntesis milagroso de los precios del azúcar está llegando a su fin. El mercado ha empezado a tomar nota.
El coste del capital también aumentará significativamente en el futuro, ya que Südzucker prevé el vencimiento de más de 1.000 millones de euros de deuda a largo plazo en los próximos tres años. Todo ello, con unos ratios de apalancamiento en máximos históricos.
Suedzucker AG es una empresa alemana dedicada al procesamiento de materias primas agrícolas. La empresa está organizada, junto con sus filiales, en cuatro segmentos: el segmento de azúcar comprende la producción de azúcar y la división agrícola; el segmento de productos especiales incluye las actividades de cuatro divisiones: BENEO, que produce y vende ingredientes elaborados a partir de materias primas naturales para productos alimenticios y piensos; el Grupo Freiberger, que produce pizzas refrigeradas y congeladas, platos de pasta congelada y aperitivos; el grupo PortionPack Europe, especializado en envases de porciones, y la división de almidón, que comprende empresas de almidón en Hungría y Rumania, la producción de bioetanol en Austria y Hungría, así como instalaciones de producción de almidón en Austria; el segmento CropEnergies incluye las actividades de bioetanol de la empresa en Alemania, Bélgica y Francia, y el segmento de frutas comprende las divisiones de preparados de jugos de frutas y concentrados de jugos de frutas.