Un juez estadounidense puso fin formalmente el lunes a la causa penal del gobierno de Estados Unidos contra Goldman Sachs relacionada con el trabajo del banco de Wall Street para el fondo malasio 1MDB, después de que éste cumpliera con sus obligaciones y pagara 2.900 millones de dólares en multas.

La juez jefe Margo Brodie, del tribunal federal de Brooklyn, desestimó un cargo de conspiración de soborno contra Goldman, después de que el banco completara con éxito un acuerdo de enjuiciamiento diferido de tres años que expiró en octubre.

Goldman no se opuso a la retirada de la acusación penal.

El banco ayudó a vender bonos por valor de 6.500 millones de dólares para el 1MDB, que el ex primer ministro malasio Najib Razak creó con la ayuda del financiero malasio Jho Low para promover el desarrollo económico.

Las autoridades estadounidenses y malasias han afirmado que se desviaron 4.500 millones de dólares, parte de los cuales se desviaron a cuentas bancarias en paraísos fiscales y empresas fantasma vinculadas a Low, que ahora se encuentra prófugo.

Goldman ha afirmado que funcionarios del 1MDB y ex funcionarios del gobierno malasio le mintieron sobre cómo se utilizarían los ingresos de la venta de bonos.

El banco cobró unos 600 millones de dólares en comisiones, y su unidad de Malasia se declaró culpable de un cargo de corrupción.

Dos ex banqueros de Goldman fueron acusados penalmente en el asunto.

Tim Leissner, que dirigió el negocio de Goldman en el Sudeste Asiático, se declaró culpable y aún no ha sido condenado.

Roger Ng, antiguo jefe de banca de inversión en Malasia, fue declarado culpable en Brooklyn y condenado a 10 años de prisión, pero fue trasladado a Malasia el pasado octubre para colaborar en las investigaciones que se llevan a cabo allí.