La atribulada moneda argentina, el peso, corre el riesgo de sufrir otra devaluación tras las elecciones presidenciales de octubre o una posible segunda vuelta en noviembre, según un sondeo de Reuters entre estrategas.

El mes pasado, como parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno peronista depreció el tipo de cambio oficial de referencia en casi un 18% y lo fijó en 350 por dólar en vísperas de una votación primaria clave.

Pero ahora se espera que cotice a 419,8 por dólar en 3 meses, según la estimación media de 19 economistas encuestados del 1 al 5 de septiembre. Esto implicaría una devaluación del 16,6% tras la votación del 22 de octubre y una posible segunda vuelta el 19 de noviembre.

Sólo uno de los encuestados veía el peso prácticamente sin cambios a 355 por dólar en el periodo, mientras que todos los demás participantes veían una ruptura de la paridad, con estimaciones que oscilaban entre 383,8 y la previsión de Goldman Sachs de 700 por dólar.

"Fijar el tipo de cambio oficial es complejo porque la inflación habrá erosionado cualquier ganancia de competitividad obtenida con la devaluación tras las primarias", dijo Lorenzo Sigaut Gravina, director de investigación de Equilibra.

"Por eso, tras unas semanas de calma, esperamos un ajuste significativo del tipo de cambio oficial hacia finales de año... el FMI exigirá otra corrección para realizar nuevos desembolsos", añadió.

El Fondo, que según los medios argentinos ha cuestionado el complicado esquema cambiario de tipos múltiples, reconoció "los esfuerzos iniciales para fortalecer el régimen cambiario" al liberar un tramo de la línea de crédito del país tras la devaluación.

En 12 meses, se prevé que el peso se debilite un 65% para cotizar a 1.004 por dólar. En los mercados paralelos de libre comercio, ya se cotiza más cerca de ese nivel, en torno a 720, para un diferencial de casi el 100% sobre el tipo oficial.

El actual presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa - a quien los peronistas eligieron como candidato para sustituir a Fernández - culpan a la sequía de este año, a las tácticas de la oposición y a la avaricia empresarial de los males económicos de Argentina.

Por el contrario, los principales contendientes políticos, Javier Milei y Patricia Bullrich, cuyos partidos relegaron a los peronistas a un tercer puesto en las primarias, señalan el gasto excesivo y la impresión de dinero como las raíces del calvario financiero de Argentina.

"El gobierno tendrá que volver a devaluar porque se le está acabando la gasolina - ya sea después de la votación presidencial o en la segunda vuelta, eso dependerá de los resultados", dijo Gabriel Caamaño, socio gerente de Consultora Ledesma.

En lo que va de 2023, el peso argentino ha caído un 50%. El real brasileño y el peso mexicano, las principales divisas latinoamericanas, han ganado un 6,4% y casi un 12% respectivamente.

Dentro de un año, se espera que el real cotice a 5,03 por dólar, sólo un 1,2% más débil que su valor del martes. El peso mexicano también se ve con una pérdida relativamente pequeña del 2,3% en 12 meses, cambiando de manos a 17,84 por dólar.

(Para consultar otros artículos de la encuesta de Reuters sobre divisas de septiembre:)