Washington dijo que estaba tratando de mantener a Israel y al grupo islamista palestino Hamás comprometidos "aunque sólo sea virtualmente" en los esfuerzos de tregua en Gaza, mientras una agencia de la ONU advertía de que las reservas de ayuda humanitaria en el devastado enclave han llegado "al fondo del barril".

Hamás dijo el viernes que consultaría con otras facciones militantes palestinas su estrategia para negociar un alto a la guerra desencadenada por su embestida del 7 de octubre contra Israel.

Naciones Unidas advirtió de que la ayuda para Gaza podría paralizarse en cuestión de días después de que Israel se hiciera con el control del paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto, cerrando la ruta vital de la que depende el enclave de 2,3 millones de palestinos.

Las conversaciones sobre un alto el fuego y la liberación de los rehenes retenidos por Hamás terminaron el jueves en El Cairo sin acuerdo después de que Israel dijera que una propuesta de los mediadores qataríes y egipcios incluía elementos inaceptables.

Hamás, que dijo haber aceptado la propuesta, afirmó en un comunicado que el "rechazo de Israel... devolvía las cosas a la primera casilla".

La Casa Blanca calificó de "profundamente lamentable" el fin de las conversaciones, en cuya mediación estaba ayudando el director de la CIA, William Burns, pero dijo que Estados Unidos creía que las diferencias eran superables.

"Estamos trabajando duro para mantener a ambas partes comprometidas en continuar la discusión, aunque sólo sea virtualmente", dijo el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

A pesar de la fuerte presión estadounidense, Israel ha dicho que procederá a un asalto a la ciudad meridional de Rafah, donde se han refugiado más de un millón de desplazados y donde las fuerzas israelíes dicen que están atrincherados los combatientes de Hamás.

Los tanques israelíes capturaron el viernes la carretera principal que divide las secciones oriental y occidental de Rafah, rodeando de hecho el lado oriental en un asalto que ha provocado que Washington retrase la entrega de parte de la ayuda militar a su aliado.

La Casa Blanca dijo que seguía de cerca las operaciones israelíes "con preocupación", pero que parecían estar localizadas en torno al cerrado paso fronterizo de Rafah y no reflejaban una invasión a gran escala.

"Una vez más, instamos a los israelíes a que abran ese paso a la ayuda humanitaria inmediatamente", declaró el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

El plan de Israel de asaltar Rafah ha encendido una de las mayores desavenencias en generaciones con su principal aliado, Estados Unidos.

En un informe al Congreso, la administración del presidente Joe Biden afirmó el viernes que el uso por parte de Israel de armas suministradas por Estados Unidos en Gaza puede haber violado el derecho humanitario internacional, intensificando las críticas a su principal aliado.

Pero la administración también dijo que debido al caos de la guerra no podía verificar los casos específicos en los que el uso de esas armas podría haber violado el derecho internacional, quedándose corta a la hora de hacer una valoración definitiva sobre la cuestión.

El ministerio francés de Asuntos Exteriores también pidió a Israel que reabriera el paso fronterizo de Rafah en un comunicado en el que instaba "a las autoridades israelíes a poner fin sin demora a esta operación militar y a volver a la vía de las negociaciones."

Casi 35.000 personas han muerto en la guerra, según las autoridades sanitarias de la Gaza gobernada por Hamás. Unas 1.200 personas murieron en Israel y 253 fueron tomadas como rehenes en el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó el conflicto, según los recuentos israelíes.

"PRÁCTICAMENTE NINGUNA AYUDA HUMANITARIA"

Los residentes describieron explosiones y disparos casi constantes al este y noreste de Rafah el viernes, con intensos combates entre las fuerzas israelíes y militantes de Hamás y la Yihad Islámica.

Hamás dijo haber tendido una emboscada a tanques israelíes cerca de una mezquita en el este de la ciudad.

Israel ha ordenado a los civiles que abandonen la parte oriental de Rafah, obligando a decenas de miles de personas a buscar refugio fuera de la ciudad, hasta ahora el último refugio de más de un millón de personas que huyeron de otras partes del enclave durante la guerra.

Israel dice que no puede ganar la guerra sin erradicar a miles de combatientes de Hamás que cree desplegados en Rafah. Hamás dice que luchará para defenderla.

Los suministros ya se estaban agotando y las operaciones de ayuda podrían detenerse en cuestión de días a medida que se agoten las reservas de combustible y alimentos, dijeron las agencias de ayuda de la ONU.

"Durante cinco días, no ha entrado combustible ni prácticamente ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, y estamos raspando el fondo del barril", declaró el Coordinador Superior de Emergencias de UNICEF en la Franja de Gaza, Hamish Young.

Las agencias de ayuda afirman que la batalla ha puesto en peligro a cientos de miles de civiles desplazados.

"No es seguro, toda Rafah no es segura, ya que los proyectiles de los tanques cayeron por todas partes desde ayer", dijo a Reuters Abu Hassan, de 50 años, residente de Tel al-Sultan, al oeste de Rafah, a través de una aplicación de chat.

"Estoy intentando marcharme pero no puedo permitirme 2.000 shekels (540 dólares) para comprar una tienda de campaña para mi familia", dijo. "Hay un creciente movimiento de personas fuera de Rafah, incluso desde las zonas occidentales, aunque no fueron designadas como zonas rojas por la ocupación".

Los tanques israelíes han sellado el este de Rafah desde el sur, capturando y cerrando el único cruce entre el enclave y Egipto. Un avance el viernes hacia la carretera de Salahuddin que divide el enclave en dos completó el cerco de la "zona roja" de la que ordenaron salir a los residentes.

El ejército israelí dijo que sus fuerzas en el este de Rafah habían localizado varios pozos de túneles, y las tropas respaldadas por un ataque aéreo lucharon cuerpo a cuerpo con grupos de combatientes de Hamás, matando a varios.

Afirmó que los aviones israelíes habían alcanzado varios lugares desde los que se habían disparado cohetes y bombas de mortero hacia Israel en los últimos días.

La Asamblea General de la ONU respaldó por abrumadora mayoría el intento palestino de convertirse en miembro de pleno derecho de la ONU, reconociéndolo como cualificado para ingresar y recomendando al Consejo de Seguridad de la ONU que "reconsidere favorablemente el asunto".