La subvención para el alivio social de la angustia (SRD) de 350 rands al mes se introdujo en 2020 para apoyar a los más afectados por la pandemia del COVID-19. El gobierno ha estado debatiendo si podría poner fin a esta ayuda reclamada por 8,5 millones de personas o hacerla permanente.

El ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, presentará un presupuesto intermedio el 1 de noviembre en el que indicará cómo piensa hacer frente a la escasez de ingresos y al exceso de gastos en un momento en el que más de una cuarta parte de la financiación del desarrollo social se destina a subvenciones.

Suprimir por completo el SRD sería complicado de cara a las elecciones de 2024, en las que el partido del Congreso Nacional Africano del presidente Cyril Ramaphosa podría perder la mayoría por primera vez desde el final del Apartheid al empeorar las condiciones sociales y económicas.

"Siendo realistas, te adentras en un año electoral, no tienes una economía vibrante, tienes hogares claramente bajo presión... no veo que se elimine", dijo Kevin Lings, economista jefe de la firma de servicios financieros Stanlib.

Goolam Ballim, economista jefe del prestamista Standard Bank, dijo que espera que la subvención se prolongue hasta el ejercicio fiscal 2024-25, con la posibilidad de que continúe más allá.

Pero eso obligará al gobierno a hacer concesiones, ya sea subiendo los impuestos, endeudándose más o recortando otras subvenciones.

Recortar las ayudas a la vivienda y otras subvenciones más pequeñas, como las transferencias a los veteranos militares, podría ser un planteamiento, señaló BNP Paribas en una nota.

Elizabeth Raiters, fundadora de Pay the Grants, una organización civil que ha abogado por la continuación del SRD, tiene la misma preocupación.

"Ellos (el Tesoro) han dicho que puede que tengan que recortar otros gastos u otras subvenciones para permitirse la subvención del SRD, pero no creo que eso sea justo", dijo.

Otra opción esbozada por el Tesoro sería subir los impuestos o pedir más préstamos, una medida arriesgada que podría inflar la relación deuda/PIB hasta el 72% en el presupuesto a medio plazo, ya que el gasto en salarios públicos más altos y en entidades estatales en quiebra agrava el problema.

El SRD, además de otras ayudas sociales, se prorrogó un año, hasta marzo de 2024, con un coste de 36.100 millones de rands.

El Tesoro ha calculado que costaría al menos 50.000 millones de rands más al año mantenerlo de forma permanente.

(1$ = 19,1208 rand)