EE.UU. se prepara para dar prioridad a la concesión de licencias limitadas para operar en Venezuela a empresas con producción y activos petroleros existentes frente a las que pretendan entrar por primera vez en la sancionada nación de la OPEP, dijeron dos personas cercanas a las discusiones.

La medida parece destinada a alentar a las empresas que tienen proyectos congelados debido a las sanciones estadounidenses, como la italiana Eni y la española Repsol, a ampliar sus operaciones, recuperar la deuda pendiente y añadir petróleo a los mercados mundiales.

Sin embargo, evitará conceder licencias a empresas sin inversiones previas en el país, poniendo un tope a la cantidad de ingresos que Venezuela podría recaudar de su industria petrolera.

Algunas empresas con proyectos energéticos de larga data en Venezuela, entre ellas la estadounidense Chevron y la francesa Maurel & Prom, tienen autorizaciones para ampliar la producción de petróleo y gas en la nación miembro de la OPEP. Trinidad y Tobago y Shell también recibieron el año pasado una licencia estadounidense para desarrollar un yacimiento de gas con Venezuela.

Otras firmas como la india Reliance Industries y clientes de la estatal PDVSA sin activos en el país han estado esperando obtener las aprobaciones estadounidenses.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. dijo el mes pasado que ofrecería algunas autorizaciones individuales a empresas para operar en la nación sudamericana después de que no renovara una amplia licencia que había aliviado las restricciones al comercio de petróleo y gas. La reanudación de las sanciones se produjo después de que Estados Unidos decidiera que Venezuela no había cumplido plenamente sus promesas de garantizar unas elecciones presidenciales competitivas.

Un portavoz del Tesoro dijo que el departamento no haría comentarios sobre licencias específicas ya que su proceso de evaluación y sus criterios no son públicos.

El Tesoro "generalmente se basa en las directrices de política exterior del Departamento de Estado y tiene en cuenta los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos", dijo el portavoz. El Departamento de Estado declinó hacer comentarios.

PDVSA no hizo comentarios de inmediato.

EL OPTIMISMO SE DESVANECE

El ministro de Petróleo de Venezuela, Pedro Tellechea, había dicho que las autorizaciones estadounidenses propuestas permitirían a muchas firmas extranjeras ampliar sus empresas conjuntas con PDVSA, mientras que nuevos socios podrían iniciar nuevos proyectos en busca de capital.

Pero las limitadas exenciones estadounidenses que se están considerando recortarán la oportunidad de que Caracas recurra a socios de PDVSA para ampliar la producción de crudo de la nación a corto plazo. Las exportaciones de petróleo de Venezuela ascendieron a unos 900.000 barriles diarios en marzo, antes de que Estados Unidos decidiera no renovar la licencia vinculada a las elecciones.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, criticó el martes el impacto de las sanciones estadounidenses en los últimos cinco años, que según ella han recortado miles de millones de dólares del PIB venezolano.

"Es una vergüenza internacional que en el siglo XXI (...) se pretenda someter a los países a través del mecanismo de las sanciones económicas", dijo durante una conferencia en Caracas.

El presidente Nicolás Maduro podría presionar para obtener licencias estadounidenses específicas para las industrias del petróleo y el gas si cree que son clave para atraer nuevas inversiones, o para ampliar los negocios que proporcionan dinero en efectivo, dijo una de las personas familiarizadas con el asunto.

La orientación que prepara Washington buscará principalmente ayudar a las empresas extranjeras a recuperar deudas pendientes y dividendos en Venezuela, que en los últimos cinco años han afectado a muchas firmas estadounidenses, europeas y asiáticas.

La propuesta parece excluir a las empresas sin inversiones previas en Venezuela que han firmado acuerdos con PDVSA para formar nuevas empresas conjuntas, según las personas.

A finales del año pasado, PDVSA elaboró una lista de 17 empresas conjuntas potenciales para formar o ampliar. La lista incluía a recién llegados y a inversores de larga data como Repsol y Chevron.

Algunas empresas estadounidenses y europeas han gozado de exenciones al régimen de sanciones sobre Venezuela a través de las llamadas "cartas de consuelo" emitidas por el Departamento de Estado o de licencias específicas.