Rusia podría suministrar petróleo así como gas a China a lo largo de una ruta planeada a través de Mongolia, dijo el viernes el presidente Vladimir Putin.

Putin, que concluía una visita de dos días a China, dijo que él y sus anfitriones habían confirmado su interés en seguir adelante con el gasoducto propuesto, el Poder de Siberia 2.

"Además, es posible tender tanto un gasoducto como un oleoducto en el mismo corredor", dijo Putin, pareciendo revivir una idea que se discutió ya en 2018.

Sin embargo, dijo que también había otras opciones para suministrar energía rusa a China, incluido el transporte en buques cisterna por la Ruta Marítima Septentrional a través del Ártico.

"Todas las opciones son posibles, todas son aceptables y económicamente viables. Hay que elegir la mejor. Estoy seguro de que este trabajo también se completará", declaró en una conferencia de prensa televisada.

A pesar de los comentarios optimistas de Putin, y tras años de discusiones sobre la propuesta de Energía de Siberia 2, Rusia y China aún no han llegado a un acuerdo para seguir adelante y construirla. El hombre clave de Putin en materia de energía, Alexander Novak, dijo en una entrevista televisiva que esperaban firmar pronto un contrato.

El proyecto ha adquirido una urgencia añadida para Rusia en su intento de aumentar los envíos de gas a China para compensar el colapso de sus exportaciones a Europa a causa de la guerra en Ucrania.

Putin dijo que se trataba de un proceso complejo que incluía cuestiones de precios, pero que la creciente economía china necesitaba energía y no había proveedor más fiable que Rusia. El proyecto también sería inmune a las sanciones occidentales, dijo.

"Nadie puede interponerse, ni las sanciones a las flotas de petroleros, ni siquiera las sanciones a las instituciones financieras. Compraremos y venderemos todo en nuestras monedas nacionales. Así que el interés de ambas partes está confirmado".

El gasoducto transportaría 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde la región de Yamal, en el norte de Rusia, casi tanto como el gasoducto Nord Stream 1, ahora inactivo, que va de Rusia a Alemania por debajo del mar Báltico y que resultó dañado por las explosiones de 2022.

En la actualidad, Rusia envía gas a China a través del gasoducto Power of Siberia 1, que comenzó a funcionar en 2019 y atraviesa Siberia oriental hasta el noreste de China.

Los expertos afirman que, dado que no se prevé que China necesite un suministro adicional de gas hasta después de 2030, Pekín podría llegar a un duro acuerdo sobre el precio de un segundo gasoducto a través de Siberia.

Moscú no ha dicho cuánto costarían los 2.600 km (1.600 millas) del Power of Siberia 2 ni cómo se financiaría. Algunos analistas han cifrado el coste en hasta 13.600 millones de dólares. (Reportaje de Mark Trevelyan Edición de Mark Potter)