Para repetirme, los diferenciales de rendimiento son una de las principales fuerzas que impulsan a las divisas. Así que, como es lógico, el statu quo del BOE, el SNB y el BOJ ha pesado en el rendimiento de sus respectivas divisas. La libra esterlina ha sido una de las más afectadas, cayendo no sólo frente al dólar y el euro, sino también frente al kiwi neozelandés, el aussie australiano y el dólar canadiense. El franco suizo sigue el mismo camino, perdiendo terreno frente a estas divisas e incluso permitiéndose el lujo (!) de rendir por debajo del yen japonés, que al final lo está haciendo bastante bien. El USDJPY sigue cerca de la resistencia de 1,4828.

Para darle algo de perspectiva, aquí tiene el gráfico a largo plazo del GBPAUD de los últimos diez años. Como puede ver, el par ha estado operando dentro de un triángulo desde 2015 y acaba de alcanzar el límite superior alrededor de 2,00. A la vista de la estructura, podemos esperar una recaída en el próximo año hacia el límite inferior del triángulo, soporte en torno a 1,6925/1,6880.

Devises

Y Félicie, Aussie, como dice el refrán (Fuente: Bloomberg)

Más cerca, el EURUSD sigue moviéndose mal bajo la resistencia inicial en 1,0750 antes de alcanzar un nivel clave en 1,0930/1,1008 para un objetivo sin cambios de 1,0460/30. El EURGBP y el EURCHF están probando la parte superior de un canal horizontal en 0,8675 y 0,9642/78, que de superarse abriría objetivos en 0,8857 y 0,9810 respectivamente.

Por último, el AUDUSD sigue atrapado en una estrecha banda de consolidación entre 0,6486 y 0,6374, mientras que el NZDUSD está probando actualmente la resistencia de 0,5974, que debería superarse para alcanzar 0,6106.