La Casa Blanca dio el lunes a una empresa vinculada a China y a sus socios 120 días para vender una propiedad que habían comprado cerca de una base de la Fuerza Aérea estadounidense en Wyoming que alberga parte del arsenal nuclear estadounidense, alegando temores de espionaje.

La medida se produce en un momento en que Estados Unidos está cada vez más preocupado por los riesgos para la seguridad nacional que plantean las compras de propiedades estadounidenses por parte de chinos cerca de emplazamientos militares sensibles.

MineOne Partners Limited, propiedad de ciudadanos chinos, se asoció con otras empresas para comprar bienes inmuebles destinados a la minería de criptodivisas en junio de 2022, según informó la Casa Blanca.

La propiedad está situada a menos de 1 milla (1,6 kilómetros) de la base aérea Francis E. Warren, con sede en Wyoming, que alberga parte del arsenal estadounidense de misiles balísticos intercontinentales.

"La proximidad del inmueble de propiedad extranjera a una base estratégica de misiles y elemento clave de la tríada nuclear estadounidense, y la presencia de equipos especializados y de origen extranjero potencialmente capaces de facilitar actividades de vigilancia y espionaje, supone un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos", señaló la Casa Blanca en un comunicado.

MineOne Partners no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Reuters informó en 2022 de que el gobierno de Biden estaba investigando al fabricante chino de equipos de telecomunicaciones Huawei por la preocupación de que las torres de telefonía móvil estadounidenses equipadas con sus equipos pudieran captar información sensible de bases militares y silos de misiles que la empresa podría transmitir a China.

El acuerdo con MineOne Partners fue revisado por el CFIUS, un poderoso panel dirigido por el Departamento del Tesoro que examina las inversiones extranjeras en Estados Unidos en busca de riesgos para la seguridad nacional.

Una ley de 2018 amplió la autoridad del CFIUS para revisar las adquisiciones extranjeras de algunas inversiones no mayoritarias en operaciones inmobiliarias estadounidenses que planteen problemas de seguridad nacional.

La medida adoptada el lunes "pone de relieve el papel crítico de guardián que desempeña el CFIUS para garantizar que la inversión extranjera no socave nuestra seguridad nacional, en particular en lo que se refiere a las transacciones que presentan riesgos para las instalaciones militares estadounidenses sensibles, así como las que implican equipos y tecnologías especializados", dijo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en un comunicado.