BRASILIA, 5 dic (Reuters) - La economía brasileña evitó la contracción en el tercer trimestre, prolongando una racha de crecimiento mejor de lo esperado, aunque se ralentizó bruscamente debido a la caída de la inversión y al desvanecimiento del impacto de una robusta cosecha a inicios de año.

La mayor economía de América Latina creció un 0,1% a nivel desestacionalizado en los tres meses hasta septiembre, informó el martes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Los economistas habían pronosticado una caída del 0,2% en un sondeo de Reuters.

Fue el tercer trimestre consecutivo de crecimiento económico, elevando el Producto Interno Bruto (PIB) a su nivel más alto de la historia, un 7,2% por encima de su nivel anterior a la pandemia, según el IBGE.

El organismo revisó el crecimiento del segundo trimestre al 1,0% desde el 0,9% previo, mientras que el aumento del primer trimestre se ubicó en el 1,4% desde el 1,8% inicial.

En el tercer trimestre, la actividad de los servicios y la producción industrial crecieron un 0,6%, mientras que la producción agrícola cayó un 3,3%.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva tomó este año medidas para aumentar la renta disponible de los hogares, lo que supuso un impulso al gasto familiar.

El consumo de los hogares aumentó un 1,1% en el tercer trimestre, mientras que el gasto público creció un 0,5%. La inversión fija de las empresas cayó un 2,5% respecto al trimestre anterior.

Felipe Salto, economista jefe de Warren Rena, resaltó que la lectura del PIB, aunque mejor de lo esperado, no fue extraordinaria.

"El consumo de los hogares aumentó, posiblemente impulsado por el buen comportamiento constante de la inflación, que contribuye a la renta real y al poder adquisitivo", dijo, añadiendo que las inversiones siguen viéndose afectadas negativamente por el entorno de elevados costos de los préstamos.

William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, subrayó que "el panorama general es que el fuerte crecimiento observado en el primer semestre ha llegado a su fin".

En comparación con el año anterior, el crecimiento del 2,0% de la economía fue ligeramente superior al aumento del 1,9% que esperaban los economistas, pero muy inferior al 3,5% registrado en el trimestre anterior.

"Es difícil predecir lo que ocurrirá en el cuarto trimestre, dada la volatilidad de la producción en el sector agrícola", dijo Jackson. "Creemos que la economía está entrando en una fase de crecimiento más suave, más parecida a las tasas de crecimiento registradas en los años anteriores a la pandemia, del 1,0%-1,5%".

Durante una transmisión en directo en redes sociales junto al presidente Lula en Berlín, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, destacó que se espera que el país alcance una tasa de crecimiento del 3% este año.

En noviembre, el Gobierno recortó su expectativa de crecimiento del PIB para 2023 a este nivel desde el 3,2% anterior, mientras que los economistas privados consultados semanalmente por el Banco Central prevén una expansión del 2,84% este año.

(Reporte de Marcela Ayres, Editado en Español por Manuel Farías)