Los bancos centrales de todo el mundo han subido los tipos de interés para domar unos niveles de inflación no vistos desde hace al menos 30 años y, aunque la política más restrictiva está empezando a surtir efecto y el crecimiento se está ralentizando, su trabajo aún no se considera hecho.

En Suecia, el ritmo de la inflación se ralentizó en marzo, pero sigue siendo demasiado alto y los economistas que participaron en la encuesta fueron casi unánimes en ver una subida al 3,50% desde el 3,00% actual cuando el Riksbank anuncie su decisión el próximo miércoles.

"La inflación es demasiado alta, la corona es débil y la economía muestra signos continuos de fortaleza", dijo Swedbank en una nota. "Creemos que la inflación inclina la balanza a favor de 50 (puntos básicos de subida) en lugar de 25".

En su última reunión de febrero, el Riksbank endureció la política en 50 puntos básicos y dijo que subiría otro cuarto o medio punto porcentual en la reunión de abril.

Las opiniones sobre lo que hará el Riksbank después de la próxima semana son divergentes.

La previsión mediana de la encuesta es que el tipo de interés oficial alcance un máximo del 3,75% en el tercer trimestre, pero es posible un resultado más alto o más bajo. Los mercados ven que el tipo de interés oficial alcanzará un máximo cercano al 4,0%.

El ritmo extremo de la inflación - el gobernador del Riksbank, Erik Thedeen, dijo recientemente que estaba "absurdamente" lejos del objetivo del 2% - aboga por medidas aún más duras de lo que reflejan las previsiones actuales.

La debilidad de la corona sueca también está dificultando la labor de lucha contra la inflación del Riksbank.

Se espera que el Banco Central Europeo suba sólo un cuarto de punto porcentual el 4 de mayo. Sin embargo, los analistas esperan que el tipo terminal del BCE alcance el 3,75%, presionando al Riksbank para que al menos iguale ese nivel.

Por otro lado, se espera que la economía se ralentice bruscamente, mientras que la rápida subida de los tipos de interés durante el último año ha dejado al descubierto los problemas del sistema financiero mundial.

Pocos esperan otra quiebra de Lehman Brothers, pero la cautela puede ser necesaria.

La mediana de las previsiones de la encuesta indica que el Riksbank empezará a recortar los tipos a principios del próximo año.