El dólar se mantenía estable el martes mientras los inversores esperaban el informe sobre la inflación de esta semana, que probablemente determinará las perspectivas de los tipos de interés en Estados Unidos, mientras que el yen rondaba un mínimo de dos semanas, avivando las preocupaciones sobre la intervención.

El mercado de divisas ha estado sedado esta semana, con los inversores intentando calibrar cuál será el camino que seguirá la Reserva Federal este año tras los recientes datos del mercado laboral estadounidense, más suaves de lo esperado, y los comentarios de los banqueros centrales.

Éstos han tenido que reducir sus expectativas de recortes de tipos este año debido a la rigidez de la inflación y ahora están valorando 42 puntos básicos de relajación este año, con un 60% de posibilidades de un recorte en septiembre, según la herramienta FedWatch de CME.

Todas las miradas estarán puestas esta semana en el índice de precios al consumo del miércoles, que se espera que muestre que el IPC subyacente subió un 0,3% intermensual en abril, menos que el crecimiento del 0,4% del mes anterior, según un sondeo de Reuters.

Pero antes de eso, el martes se publicará el índice de precios a la producción estadounidense, que los analistas analizarán para hacerse una idea de si la inflación se dirige hacia el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.

"La atención se centrará en las partidas clave que alimentan los gastos de consumo personal básicos (PCE), es decir, los servicios sanitarios, la gestión de carteras y las tarifas aéreas nacionales", afirmó Tony Sycamore, analista de mercados de IG.

El euro apenas varió a 1,0786 $, pero ha subido un 1% frente al dólar en lo que va de mes, mientras que la libra esterlina se compró por última vez a 1,2554 $, con una subida aproximada del 0,5% en lo que va de mayo.

El índice dólar, que mide la divisa estadounidense frente a seis rivales, se situó por última vez en 105,25.

Casi dos tercios de los economistas esperan que la Reserva Federal recorte su tipo de interés clave dos veces este año, a partir de septiembre, según mostró una encuesta de Reuters. Esta cifra es superior a la de algo más de la mitad de los economistas de la encuesta anterior.

EL YEN PREOCUPA

Los operadores vuelven a estar en vilo mientras el yen se acerca a los niveles en los que se sospechaba que Tokio había intervenido. La última cotización fue de 156,32 por dólar estadounidense, tras haber tocado un mínimo de dos semanas de 156,40 al principio de la sesión.

Se sospecha que el Ministerio de Finanzas japonés intervino en el mercado de divisas a finales de abril y principios de mayo, después de que el yen tocara un mínimo de 34 años de 160,245 el 29 de abril.

Pero el mercado sigue siendo bajista con respecto a la divisa, dada la enorme diferencia entre los rendimientos ultrabajos de Japón y los de otras economías importantes.

El ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, declaró el martes que el gobierno colaborará estrechamente con el Banco de Japón en materia de divisas para garantizar que no haya fricciones entre sus objetivos políticos mutuos.

"Tomaremos todas las medidas posibles para vigilar de cerca la divisa", dijo Suzuki, añadiendo que es importante que el tipo de cambio se mueva de forma estable reflejando los fundamentos, en lugar de centrarse en su nivel.

El yen recibió un breve apoyo el lunes, cuando el Banco de Japón envió una señal de halcones al recortar el importe de su oferta para un segmento de los bonos del Estado japonés.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional afirmó que el compromiso de Japón de permitir que el yen se mueva con flexibilidad ayudará al banco central a centrarse en lograr la estabilidad de los precios, advirtiendo contra los crecientes llamamientos de algunos analistas a utilizar la política monetaria para frenar la caída de la divisa.

En otras divisas, el dólar australiano y el dólar neozelandés se mantenían planos en las primeras operaciones. El australiano alcanzó por última vez los 0,6608 dólares, mientras que el kiwi se situó en los 0,6017 dólares.