El banco central de Brasil tiene margen para empezar a recortar los tipos de interés, pero su política debe seguir siendo contractiva, dijo el martes su director de política monetaria, señalando que las proyecciones de inflación deben reducirse aún más para cumplir el rango objetivo del 3% a partir de 2024.

Gabriel Galipolo dijo que los responsables de la política analizarían cómo se comportarían las proyecciones de inflación manteniendo su compromiso de alcanzar los objetivos.

"Por eso el banco central se fija tanto en los datos... No renuncia a perseguir el objetivo", dijo en un acto organizado por el grupo industrial FIESP de Sao Paulo.

La encuesta semanal Focus del banco central entre economistas privados muestra unas previsiones medias de inflación del 3,86% para el próximo año y del 3,5% para 2025 y 2026.

El 2 de agosto, el banco central recortó el tipo de referencia Selic en 50 puntos básicos, hasta el 13,25%, al mejorar las perspectivas de inflación, poniendo fin a una retención de casi un año que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva había criticado duramente por considerarla un impedimento para el crecimiento económico.

Según Galipolo, que fue designado por Lula para su actual cargo después de servir como número dos en el Ministerio de Finanzas, el reciente debilitamiento del real brasileño se produjo como parte de un movimiento global.

Dijo que el difícil escenario de las últimas semanas estaba "relacionado en un 95%" con los mercados mundiales y subrayó que la volatilidad de la moneda brasileña es mayor que la de otros países emergentes porque es más líquida.

El real subió un 1% a última hora de la mañana del martes, después de haber perdido un 5% frente al dólar en agosto hasta el lunes. (Reportaje de Marcela Ayres; Edición de David Gregorio)