Se espera que Marcos y el primer ministro Fumio Kishida profundicen en la cooperación en materia de ayuda humanitaria y socorro en caso de catástrofe, un posible precursor del establecimiento de un marco jurídico más amplio que permita a las fuerzas japonesas desplegarse en Filipinas con mayor facilidad.

"A medida que Estados Unidos profundiza su relación con Filipinas, es importante para la seguridad regional que Japón se sume a ella", declaró a Reuters una fuente del Ministerio de Defensa japonés con conocimiento de las discusiones internas sobre seguridad nacional. Pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar con los medios de comunicación.

La primera visita de Marcos a Japón desde que asumió el cargo en julio se produce después de que la semana pasada firmara un acuerdo que concede a Estados Unidos un mayor acceso a sus bases militares. También se produce tras un viaje a Pekín el mes pasado en el que dijo a su homólogo chino, Xi Jinping, que Filipinas seguiría una política exterior independiente.

"Mi visita bilateral a Japón es esencial", dijo Marcos en un discurso al partir de Manila. "Forma parte de una agenda de política exterior más amplia para forjar lazos políticos más estrechos, una cooperación en defensa y seguridad más fuerte, así como asociaciones económicas duraderas con los principales países de la región en medio de un entorno global desafiante".

Marcos afirmó que fomentará la colaboración en áreas prioritarias como la agricultura, las energías renovables, la transformación digital, las infraestructuras y la defensa y la seguridad.

Ese sentimiento es compartido en Tokio, que ha estado profundizando los lazos de seguridad con naciones que ven a China con preocupación.

Hace un año, Japón y Australia firmaron un acuerdo de fuerzas visitantes, que les permite desplegar fuerzas en suelo del otro, y Tokio concluyó un acuerdo similar con Gran Bretaña el mes pasado. Esos acuerdos proporcionan un marco para que Marcos y Kishida puedan también forjar lazos militares más profundos para contrarrestar a un adversario común, dicen los expertos.

"Filipinas es un socio de seguridad fundamental para Japón", afirmó Narushige Michishita, profesor del Instituto Nacional de Posgrado para Estudios Políticos (GRIPS) de Tokio. "Cualquier conflicto en el estrecho de Taiwán haría que el mar de Filipinas adquiriera una importancia estratégica", añadió.

Taiwán, que se encuentra entre Japón y Filipinas, se ha convertido en un punto focal de la intensificación de la actividad militar china que Tokio y Washington temen que pueda desembocar en una guerra, ya que Pekín intenta capturar lo que considera una provincia rebelde.

Una presencia militar japonesa en Filipinas también podría ayudar a Marcos a contrarrestar la influencia china en el mar de la China Meridional, gran parte del cual reclama Pekín, incluido territorio que Manila considera suyo.

Pekín ha dicho que sus intenciones en la región son pacíficas.

Marcos ha prometido no perder ni un centímetro de territorio en la estratégica vía fluvial, por la que pasan anualmente 3 billones de dólares en comercio marítimo.

Al obtener acceso a bases en Filipinas, Japón ampliaría el alcance de sus fuerzas de defensa, incluidos los aviones de vigilancia que podrían patrullar el Mar de China Meridional, según Ken Jinbo, profesor de la Universidad de Keio en Japón, que también fue asesor de seguridad del gobierno.

"Una cosa a la que la gente está atenta durante la visita del presidente Marcos, es si Japón accederá a proporcionar ayuda en infraestructuras ahora que Estados Unidos tiene acceso a las nueve bases que hay allí", dijo.