Cuarenta y nueve empleados de los Museos Vaticanos han iniciado un litigio laboral sin precedentes por lo que dicen son condiciones injustas y deficientes en su lugar de trabajo, que podría desembocar en una embarazosa demanda contra la administración del Papa Francisco.

Los trabajadores, en su mayoría encargados de los museos, han enviado una petición al "Governatorato" del Vaticano, el organismo que administra el Estado de la Ciudad del Vaticano, lamentando unas normas que provocan "unas condiciones laborales que atentan contra la dignidad y la salud de cada trabajador", dijo la abogada Laura Sgrò, que los representa.

Incluyen horas de trabajo extra pagadas a tarifas más bajas y disposiciones insuficientes en materia de salud y seguridad, dijo Sgrò.

"Los trabajadores han decidido esta acción sólo después de que todas sus demandas y peticiones durante años quedaran sin respuesta", dijo.

Los sindicatos no están permitidos en el Vaticano.

Un portavoz de los Museos Vaticanos declinó hacer comentarios.

La noticia fue comunicada inicialmente el domingo por el diario Il Corriere della Sera.

Los 49 trabajadores, de un total de unas 700 personas empleadas en los Museos Vaticanos, son todos ciudadanos italianos y llevan muchos años trabajando en el Vaticano.

Uno de los museos más visitados del mundo, junto con el Louvre de París y el Museo Británico de Londres, los Museos Vaticanos poseen una colección de arte de valor incalculable e incluyen la célebre Capilla Sixtina de Miguel Ángel.

La petición representa el primer paso formal de un proceso de conciliación obligatorio según la legislación vaticana.

Si el procedimiento de conciliación fracasa, el caso puede ser llevado ante un Tribunal del Vaticano.

Sgrò añadió que, debido a la ausencia de planes de permisos en la legislación laboral vaticana, ahora se pide a los trabajadores que habían quedado inactivos durante la pandemia del COVID-19 a causa del cierre de los Museos Vaticanos que devuelvan los salarios pagados durante ese periodo.

"Con esta acción queremos ser constructivos, esperamos que ésta pueda ser la ocasión propicia para un replanteamiento general de la normativa laboral vaticana", declaró Sgrò.