El plazo fijado por Arabia Saudí para que las empresas extranjeras establezcan su sede regional en el reino o perderán cientos de miles de millones de dólares en contratos gubernamentales entró en vigor el lunes, al igual que varias excepciones a la norma. Las excepciones incluyen los contratos inferiores a 1 millón de riyales (266.681 dólares), los contratos ejecutados fuera del reino, los tratos con empresas que son las únicas proveedoras de su servicio o mercancía y las emergencias que sólo pueden ser atendidas por una empresa extranjera sin sede regional, informó anteriormente la gaceta estatal Um Al-Qurra.

Las empresas sin sede regional pueden seguir compitiendo por las licitaciones públicas, pero los organismos gubernamentales sólo podrán aprobarlas si son técnicamente superiores y un 25% más baratas que la siguiente mejor oferta, o si no hay ofertas competidoras.

El gabinete saudí anunció su aprobación de las normas de contratación la semana pasada, pero no dio a conocer los detalles en ese momento.

No especificó cuántos contratos inferiores a 1 millón de riyales puede firmar una empresa extranjera con el mismo organismo gubernamental.

Las empresas extranjeras se habían apresurado a prepararse para la fecha límite al quejarse de la falta de claridad de las normativas fiscales y de jurisdicción. Los incentivos fiscales, incluida una exención de 30 años para el impuesto de sociedades, se anunciaron a menos de un mes de la fecha límite.

En noviembre, el ministro saudí de Inversiones, Khalid Al-Falih, declaró que 180 empresas habían acordado establecer su sede regional en Riad.

A medida que el mundo comienza a alejarse del petróleo, los Estados del Golfo han estado compitiendo por la influencia y el capital extranjero. El ultimátum pone a Riad en competencia con su vecino Emiratos Árabes Unidos, tradicional centro financiero de la región, y forma parte de los esfuerzos del príncipe heredero Mohammed bin Salman por desligar la economía del petróleo y atraer negocios extranjeros al reino.

(1 dólar = 3,7498 riyales) (Reportaje de Pesha Magid; edición de Jason Neely)