RAFAH, Gaza/EL CAIRO, 29 dic (Reuters) - "Mi vida, mis ojos, mi alma", escribe un marido en el sudario blanco que envuelve a su esposa después de que la guerra que devasta Gaza acabó con su vida.

Un desconsolado hijo escribe "mi madre y todo" en la tela funeraria que cubre a su madre, otro de los más de 21.000 palestinos muertos en el enfrentamiento entre Israel y Hamás.

En las últimas 12 semanas, el trozo de tela blanca se ha convertido en un símbolo de las muertes de civiles provocadas por Israel en represalia por la muerte de 1.200 personas y la toma de 240 rehenes por parte de Hamás, en su incursión transfronteriza del 7 de octubre, el día más mortífero de la historia de Israel.

Los sudarios blancos usados para envolver a los palestinos muertos son abundantes, pese a la grave escasez de alimentos, agua y medicinas.

No todas las mortajas llevan palabras de amor. En el caos de la guerra, algunos de los muertos no pueden ser identificados inmediatamente.

En esos casos, los sudarios llevan las palabras "hombre desconocido" o "mujer desconocida", y antes del entierro se toman fotografías y se documenta la fecha y el lugar del ataque para que los familiares puedan identificarlos después.

Si el conflicto se recrudece, se espera que el abastecimiento de los sudarios blancos, donados por los gobiernos árabes y las organizaciones de beneficencia, siga el ritmo de la demanda, pero el gran número de muertos plantea dificultades, y a veces hay lagunas en la disponibilidad local.

"Los retos a los que nos enfrentamos son demasiados, escasean los cuchillos y las tijeras que necesitamos para preparar los sudarios y cortarlos", dijo Mohammed Abu Mussa, voluntario de la sociedad Keratan, que prepara los cadáveres para el entierro.

CUCHILLOS, TIJERAS, ALGODÓN

"Como saben, hay un bloqueo y no hay materiales en la Franja de Gaza, por lo que tenemos dificultades para conseguir cuchillos, tijeras y algodón", dijo, y añadió que está muriendo tanta gente que a veces los sudarios donados no son suficientes y hay que envolver a cuatro o cinco personas con uno solo.

Marwan Al-Hams, director del hospital Abu Yousef Al Najjar, dijo que la presencia de los sudarios es un símbolo del sufrimiento de Gaza.

"El gran número de mártires hizo del sudario blanco un símbolo de esta guerra, junto con la bandera de Palestina, en cuanto a su influencia y al conocimiento del mundo sobre la importancia de nuestra causa", afirmó.

El sudario blanco se remonta a una narración del profeta Mahoma, que animó a sus seguidores a vestir ropas blancas y también a envolver a los muertos en blanco.

Los sudarios de los donantes árabes vienen empaquetados con una pastilla de jabón, perfume, algodón y eucalipto, para la preparación de los cuerpos para el entierro, dijo a Reuters un médico de un hospital de la ciudad meridional de Rafah.

Un funcionario del Ministerio de Salud de Gaza dijo a Reuters que los sudarios se fabrican con telas o nailon. Aunque los de nailon se fabrican tanto en blanco como en negro, el blanco es el color tradicional y el preferido.

En Gaza, en tiempos normales, en cuanto alguien fallece, un familiar va al mercado y compra un "Kafan", o sudario.

ESCENAS DE CAOS

Pero para Abdel-Hamid Abdel-Atti, periodista local, el proceso en Gaza en tiempos de guerra comenzó en medio del caos y la devastación, con los cadáveres de seis de sus seres queridos, entre ellos su madre y su hermano, sacados de entre los escombros.

Los seis murieron en un ataque israelí contra el campo de refugiados de Al-Nusseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el 7 de diciembre. El ataque derribó un edificio sobre ellos mientras dormían.

Describió el procedimiento como la experiencia más dolorosa de su vida. Consiguió sudarios en un hospital y envolvió con ellos los cuerpos de sus familiares.

"El primero fue mi hermano, el resto vino envuelto en mantas y pedí que no se las quitaran, puse los sudarios sobre las mantas y los até con cuidado, antes de despedirme de ellos", dijo Abdel-Atti a Reuters.

"Mientras los envolvía en los sudarios me preguntaba cuál era su culpa... ¿Por qué Israel los mató mientras dormían en paz?".

(Contribución de Yusri Mohamed en Ismailia, El Cairo: Redacción de Michael Georgy. Edición en español de Javier López de Lérida)