Los lazos entre los vecinos Filipinas y China se han agriado desde que Marcos asumió el cargo en 2022, con repetidas escaramuzas sobre las características en disputa en el Mar de China Meridional en un momento en que Manila ha estado forjando lazos de defensa más estrechos con su aliado militar desde hace mucho tiempo, Estados Unidos.

En su intervención en un foro del Instituto Lowy durante una visita a Australia, Marcos, subrayó que se estaba haciendo demasiado hincapié en la rivalidad de superpotencias entre Estados Unidos y China, a expensas de los legítimos intereses marítimos de otros países de la región.

"Nos distrae de denunciar las acciones agresivas, unilaterales, ilegales e ilícitas por lo que son: atentados contra el estado de derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas", afirmó.

Apartándose de la postura prochina de su predecesor, Marcos ha acusado a China de actos agresivos en la zona económica exclusiva de Filipinas, incluido el uso de cañones de agua y tácticas de colisión para alejar a los barcos filipinos en zonas que Pekín considera su territorio.

Bajo el mandato de Marcos, Filipinas casi ha duplicado el número de sus bases accesibles a las fuerzas estadounidenses, incluidos tres nuevos emplazamientos frente a Taiwán, maniobras que China considera provocaciones.

Los ejercicios militares entre Estados Unidos y Filipinas han tenido lugar con regularidad durante décadas, pero las maniobras se han ampliado recientemente para incluir patrullas conjuntas aéreas y marítimas sobre el Mar de China Meridional y cerca de Taiwán, acciones que China ha considerado provocaciones y "agitación de problemas".

China, que reclama la soberanía sobre la mayor parte del Mar de China Meridional, ha acusado a Filipinas de invadir repetidamente su territorio, al tiempo que ha instado al diálogo para evitar contratiempos.

"Hay quienes a veces justifican tales provocaciones con el pretexto de la geopolítica y califican erróneamente los recursos a los que recurren los agraviados como meras tácticas en este gran juego estratégico", declaró Marcos, hijo y tocayo del difunto hombre fuerte filipino que gobernó durante casi dos décadas hasta su caída en 1986.

"Nuestra política exterior independiente nos obliga a cooperar con ellos en asuntos en los que nuestros intereses coinciden, a discrepar respetuosamente en áreas en las que nuestros puntos de vista difieren y a contraatacar cuando nuestros principios jurados como nuestra soberanía, nuestros derechos soberanos y nuestra jurisdicción... son cuestionados o ignorados".