La ley entró en vigor el sábado a pesar de las crecientes críticas internacionales de que podría erosionar las libertades en la ciudad gobernada por China y dañar sus credenciales de centro financiero internacional.

El lunes, el dirigente hongkonés John Lee inauguró la Cumbre Cultural Internacional de Hong Kong afirmando que el gobierno planea inyectar 550 millones de dólares en diversas iniciativas artísticas, incluido un fondo cinematográfico, para convertir Hong Kong en un "centro Este-Oeste de intercambio cultural internacional".

"El gobierno de Hong Kong concede gran importancia a impulsar el ascenso de Hong Kong como centro cultural. Y nos lo tomamos en serio", afirmó.

Sin embargo, algunos críticos de arte afirmaron que la ley de seguridad nacional había aumentado su preocupación por las libertades, especialmente tras las detenciones de editores y periodistas en el marco de la represión impuesta por China tras las protestas antigubernamentales y prodemocráticas de la ciudad en 2019.

En el marco de la represión, que según China era necesaria para restablecer el orden en Hong Kong, activistas, editores y periodistas han sido detenidos o encarcelados por sedición, se han retirado libros de las bibliotecas públicas y se ha impedido actuar a grupos de teatro y danza.

Según la nueva ley, que el gobierno de Hong Kong considera necesaria para colmar lagunas legales, las penas de cárcel por sedición se han endurecido de 2 a 10 años.

"Se trata de un mercado del arte que, en cierto sentido, actúa en connivencia con el gobierno para impedir que se produzca una determinada gama de expresiones", declaró a Reuters Eric Wear, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte.

"No me preocupa especialmente su colapso, pero se convierte en un mercado mucho más limitado y conservador que no se compromete necesariamente con todas las cuestiones apasionantes que suceden en las artes", añadió.

Andrew Jensen, fundador de las galerías Fox Jensen de Nueva Zelanda y Australia, presente en la ciudad con motivo de Arts Basel Hong Kong, también se mostró preocupado por las posibles consecuencias de la ley.

"Está claro que vivimos tiempos polémicos, no sólo aquí, sino en todo el mundo, y como defensores de la expresión cultural en el arte, eso no es algo que queramos ver", añadió.

Uno de los acontecimientos del calendario artístico de Hong Kong es la prestigiosa feria regional de arte Art Basel Hong Kong, en cuya celebración el gobierno dijo haber gastado 1,9 millones de dólares como parte de los esfuerzos más amplios para reactivar la economía de la ciudad.

Angelle Siyang-Le, directora de Art Basel Hong Kong, declaró que los organizadores no habían experimentado ningún problema de censura.

"Hasta ahora, nunca hemos experimentado realmente ninguna dificultad", declaró a Reuters.

Uno de los platos fuertes del evento es "La amistad primero, la competición después", del artista contemporáneo singapurense Ming Wong, que presenta una pelota de ping-pong gigante con pantallas de vídeo que muestran historias de la cultura pop y la diplomacia de la Guerra Fría.