El organismo de control de valores de la Unión Europea confirmó el martes las directrices definitivas sobre cuándo los fondos de inversión pueden etiquetarse como "sostenibles" sin ser acusados de lavado verde.

Miles de millones de dólares en todo el mundo han fluido hacia inversiones que promocionan sus atractivos ecológicos, pero los reguladores afirman que algunos fondos exageran las afirmaciones de sostenibilidad.

La Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) dijo que un fondo que lleve en su nombre cualquier palabra relacionada con el medio ambiente, lo social o la gobernanza (ASG) debe tener al menos un 80% de activos que cumplan objetivos ASG de acuerdo con los elementos vinculantes de su estrategia de inversión declarada.

El mínimo está en consonancia con el borrador de directrices que la AEVM sometió a consulta pública.

El organismo de control abandonó su plan inicial de un umbral del 50% para los fondos de inversión que se etiqueten a sí mismos como sostenibles.

En su lugar, la AEVM ha decidido introducir el compromiso de invertir "significativamente" en todo momento en inversiones sostenibles, cuando se utilice cualquier palabra relacionada con la sostenibilidad en el nombre de un fondo.

También ha introducido una nueva categoría para los términos relacionados con la transición, que también incluye la regla del 80% mínimo, para evitar penalizar la inversión en empresas que obtienen parte de sus ingresos de los combustibles fósiles, fomentando así las estrategias destinadas a pasar a una economía más ecológica.

"El objetivo de las directrices es garantizar que los inversores estén protegidos contra afirmaciones de sostenibilidad infundadas o exageradas en los nombres de los fondos, y proporcionar a los gestores de activos criterios claros y mensurables para evaluar su capacidad de utilizar términos ASG o relacionados con la sostenibilidad en los nombres de los fondos", señaló la AEVM en un comunicado.

Los gestores de los fondos existentes tienen unos nueve meses para cumplir la normativa, mientras que los nuevos fondos tendrán que hacerlo antes.

Gran Bretaña, ahora fuera de la UE, introducirá a partir de finales de mayo su primera norma de etiquetado a medida para combatir el lavado verde en las finanzas, y los reguladores de Estados Unidos también tomarán medidas.