China, que reclama Taiwán como su territorio, ha estado realizando ejercicios militares alrededor de la isla tras la visita a principios de este mes de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la que siguieron cinco legisladores estadounidenses el domingo y el lunes.

La visita de Pelosi enfureció a China, que respondió con lanzamientos de prueba de misiles balísticos sobre Taipei por primera vez, y enviando buques de guerra y aviones de combate cerca de Taiwán, aunque la escala de las actividades se ha reducido mucho ahora.

En un viaje organizado por el gobierno a la base aérea clave de Hualien, en la montañosa costa oriental de Taiwán, el primero a una instalación militar desde que comenzaron los ejercicios chinos, los reporteros observaron al personal de tierra demostrar cómo cargan rápidamente las armas en los F-16, incluyendo los misiles antibuque Harpoon de Boeing Co.

El portavoz del Ministerio de Defensa, Sun Li-fang, dijo a los periodistas en la base que, aunque condenaban las acciones de China, ésta era una buena oportunidad para que las fuerzas de Taiwán perfeccionaran sus habilidades.

"Aprovecharemos esta oportunidad para poner a prueba todo el entrenamiento que realizamos normalmente, y a través de esto mejorar nuestros métodos actuales y elevar nuestra eficacia en el combate", dijo.

"Las fuerzas de la República de China están seguras, capaces y decididas a defender la seguridad de la República de China", añadió Sun, utilizando el nombre formal de Taiwán.

Aunque los cazas taiwaneses, entre ellos los F-16 de Hualien, se han enfrentado repetidamente desde principios de este mes, el ministerio ha subrayado la respuesta "tranquila" de Taiwán y que no ha habido enfrentamientos.

"No voy a decir que haya muchos cambios, pero nuestra frecuencia para codificar es mayor y la tensión es mayor", dijo el piloto de F-16 Django Lin.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha dicho que no buscan provocar o escalar las tensiones.

La base de Hualien, que cuenta con hangares recortados en la ladera de una montaña, cuenta con dos pilotos de guardia en todo momento sentados en sus trajes de vuelo y capaces de estar en el aire en seis minutos.

Los cazas expuestos eran los F-16V de Lockheed Martin Corp, el avión de combate más moderno de Taiwán.

Taiwán ha estado convirtiendo 141 aviones F-16A/B en el tipo F-16V, y además ha encargado 66 nuevos F-16V, que cuentan con nuevos sistemas de aviónica, armamento y radar para enfrentarse mejor a la fuerza aérea china, incluidos sus cazas furtivos J-20.

Los F-16V también pueden llevar los avanzados misiles aire-aire AIM-9X Sidewinder de Raytheon Technologies Corp.

El gobierno de Taiwán dice que, como la República Popular China nunca ha gobernado la isla, no tiene derecho a reclamarla ni a decidir su futuro, que sólo puede establecer el pueblo de Taiwán.