El módulo de aterrizaje de la M1 está previsto que toque tierra en torno a la 1:40 a.m. hora de Japón (1640 GMT del martes) tras despegar de Cabo Cañaveral, Florida, en un cohete de SpaceX en diciembre.

El éxito supondría un bienvenido revés a los recientes reveses sufridos por Japón en tecnología espacial, donde tiene grandes ambiciones de construir una industria nacional, incluido el objetivo de enviar astronautas japoneses a la Luna a finales de la década de 2020.

En uno de los mayores golpes, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) perdió el mes pasado su nuevo cohete de carga media H3 por destrucción manual forzosa después de llegar al espacio. Hacía menos de cinco meses que el cohete de combustible sólido Epsilon de la JAXA había fallado tras su lanzamiento en octubre.

El M1, de 2,3 metros de altura, iniciará una fase de aterrizaje de una hora de duración desde su posición actual, en la órbita lunar a unos 100 km (62 millas) por encima de la superficie moviéndose a casi 6.000 km/h (3.700 mph), dijo el Director de Tecnología Ryo Ujiie en una rueda de prensa el lunes.

Ujiie comparó la tarea de ralentizar el módulo de aterrizaje a la velocidad correcta contra la atracción gravitatoria de la Luna con "pisar los frenos de una bicicleta en marcha al borde de una colina de saltos de esquí".

Sólo Estados Unidos, la antigua Unión Soviética y China han logrado el aterrizaje suave de una nave espacial en la Luna, mientras que los intentos realizados en los últimos años por India y una empresa privada israelí acabaron en fracaso.

Tras alcanzar el lugar de alunizaje en el borde del Mare Frigoris, en el hemisferio norte de la Luna, la M1 desplegará un vehículo explorador de dos ruedas y del tamaño de una pelota de béisbol desarrollado por JAXA, el fabricante de juguetes japonés Tomy Co y el Grupo Sony, así como el vehículo explorador de cuatro ruedas "Rashid" de los Emiratos Árabes Unidos.

La M1 también transporta una batería experimental de estado sólido fabricada por NGK Spark Plug Co, entre otros objetos para comprobar cómo se comportan en la Luna.

En su segunda misión, prevista para 2024, la M1 llevará el propio rover de ispace, mientras que a partir de 2025 está previsto que colabore con el laboratorio espacial estadounidense Draper para llevar cargas útiles de la NASA a la Luna, con el objetivo de construir una colonia lunar con personal permanente para 2040.

Las acciones de la empresa emergente de transporte lunar con sede en Tokio tuvieron un fulgurante debut bursátil en la Bolsa de Tokio este mes, ya que los inversores apuestan a que su negocio de desarrollo y transporte lunar encajará en la política nacional de defensa y desarrollo espacial de Japón.