Antes de entrar en los preceptos de Guy Spier en sentido estricto, conviene recordar que no sólo se ha inspirado en el estilo de Warren Buffett en los mercados, sino que también ha imitado sus hábitos de vida. Para mantener la cabeza fría, evitar verse influido en sus decisiones y preservar su independencia de Wall Street, Guy Spier abandonó Nueva York para instalarse en Zurich, al igual que el Oráculo de Omaha se aisló en Nebraska. Por último, cabe señalar que los consejos de Guy Spier no son un conjunto de reglas de inversión, sino más bien un conjunto de normas de comportamiento destinadas a evitar que se deje distraer por los demás.

1) Deje de vigilar los precios de las acciones

Cuando inviertes a largo plazo, prestar demasiada atención a los movimientos del mercado puede hacer que quieras actuar sobre tus posiciones. Piensa que la mayoría de estas decisiones de compra o venta serán erróneas porque estarán influidas por tus emociones y los movimientos de los precios, en lugar de por un análisis frío de la empresa.

2) No compre lo que alguien intenta venderle

Es una regla básica que puede aplicarse fuera del mundo financiero, pero Guy Spier la aplica a rajatabla: no escucha a quienes le proponen una idea de inversión.

3) No hables con la dirección, no escuches a la dirección de una empresa

Es una regla que muchos directivos deseosos de hablar con CEOs o CFOs no comparten, pero Guy Spier nos recuerda que los directivos son excelentes vendedores, que son naturalmente optimistas por haber alcanzado su posición, y que tenderán a embellecer la situación de su empresa, incluso involuntariamente.

4) Investigue en el orden correcto

También en este caso se trata de evitar cualquier influencia. Si Guy Spier quiere formarse una opinión sobre una acción, empieza por la información menos sesgada: publicaciones financieras y resultados trimestrales, luego la carta de los auditores, después las cuentas (para asegurarse de que son válidas), luego los informes anuales y la carta introductoria de la dirección, que ya pertenece al mundo de la comunicación empresarial. Por último, concluye con los comunicados de prensa, las conferencias telefónicas y los artículos de prensa. Señala que evita leer los estudios de los analistas financieros cuando aún no se ha formado una opinión sobre un valor.

5) No comentes sus ideas de inversión con personas que tengan o hayan tenido una posición en un valor

Las personas que han perdido o ganado dinero con una acción no son neutrales, y es probable que sus responsabilidades influyan en su opinión.

6) Nunca compre o venda acciones cuando el mercado esté abierto

Según Guy Spier, las decisiones deben tomarse fuera de las horas de negociación. Tomada prestada de Mohnish Pabrai, esta regla implica no dejarse influir el cerebro por los movimientos de la sesión.

7) Si una acción se desploma después de comprarla, no la vendas antes de dos años

Esta sorprendente regla, también tomada prestada de Mohnish Pabrai, sólo se aplica a los inversores que investigan a fondo antes de invertir. El objetivo es sobre todo psicológico: un inversor es mucho más prudente en sus decisiones si se arriesga a quedarse atrapado en una acción durante 2 años. Esta regla exige un excelente conocimiento de la empresa y una convicción muy fuerte sobre su decisión.

8) No hable de sus inversiones

Guy Spier explica que hablar públicamente de sus inversiones corre el riesgo de afectar a sus convicciones. Es lo que se conoce como sesgo de compromiso: si uno le dice a su familia que va a correr una maratón dentro de tres meses, es más probable que lo lleve a cabo que si no se lo dice a nadie, en cuyo caso será fácil desistir. En el ámbito de la inversión, Spier opina que así es más libre cambiar de opinión sobre una empresa en concreto. 
 
Obedeciendo todas estas reglas, los inversores no se dejarán influir por su entorno, las noticias o quienes les rodean. Si el libro se hubiera escrito hoy, es muy probable que Guy Spier también estuviera aconsejando a los inversores que se mantuvieran alejados de las redes sociales.