La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) tenía que haber publicado una actualización de su análisis de diciembre, según el cual casi 5 millones de personas estaban al borde del hambre catastrófica. Pero no pudo hacerlo debido a la guerra.

En su lugar, el CIP dijo que revisó las últimas pruebas disponibles y publicó la alerta el viernes "para expresar una gran preocupación" por el deterioro de la situación y presionar para que se tomen medidas inmediatas "para evitar la hambruna."

La guerra estalló en Sudán el 15 de abril de 2023, entre el ejército sudanés (SAF) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). La ONU ha dicho que casi 25 millones de personas -la mitad de la población de Sudán- necesitan ayuda y unos 8 millones han huido de sus hogares.

"Sin un cese inmediato de las hostilidades y un despliegue significativo de la ayuda humanitaria (...) la población de los estados de Jartum y Gezira, el Gran Darfur y el Gran Kordofán, corre el riesgo de alcanzar los peores niveles de inseguridad alimentaria aguda y malnutrición durante la próxima estación de escasez que comenzará entre abril y mayo de 2024", declaró el viernes el CIP.

El Consejo de Seguridad de la ONU pidió este mes el cese inmediato de las hostilidades. Estados Unidos advirtió el jueves que presionaría al consejo para que tomara medidas para hacer llegar ayuda a la población hambrienta de Sudán, posiblemente autorizando entregas transfronterizas desde Chad.

El CIP estimó que cerca de 5 millones de personas sufrían malnutrición aguda, de las cuales 3,6 millones son niños menores de cinco años y 1,2 millones son mujeres embarazadas y lactantes.

Estimó que la producción de cereales era un 46% inferior a la del año anterior debido a los combates en las zonas de producción de cultivos primarios durante el pico de la temporada de cosecha, y que los precios de los alimentos en los mercados eran un 73% más altos que en el mismo periodo del año anterior.