Ser Presidente de uno de los mayores bancos centrales del mundo debe de ser estimulante. Sin embargo, viendo las reacciones al Comité de Política Monetaria del BCE, hay mucho de lo que estar celoso. Como era de esperar, Christine Lagarde mantuvo el tipo de interés oficial en el 4%. No obstante, explicó que sería prematuro apostar por una bajada de tipos en un futuro próximo, pero dejó la puerta abierta a una flexibilización en verano. Cada parte tomará la parte que le convenga.

Mientras tanto, hubo algunas sorpresas agradables en los indicadores económicos estadounidenses. Por una parte, el PIB estadounidense aumentó un 3,3% en el cuarto trimestre, frente a una previsión del 2%, lo que refuerza el escenario de aterrizaje suave de la economía. Por otra parte, los índices PMI de bienes manufacturados salieron de la zona roja al situarse en 50,30 frente a una previsión de 47,60. En cuanto al componente de servicios, se mantiene a flote por encima de la marca de 50 a 52,9, alejando así el riesgo de recesión.

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Fuente: Bloomberg
Por último, en cuanto a la inflación, la situación también se está calmando, ya que el IPC subyacente desestacionalizado se situó en diciembre en el 0,2%, en línea con las expectativas, frente a la estimación anterior del 0,1%.
 
Impulsado por este buen momento, el índice insignia del mercado bursátil estadounidense, el S&P 500, alcanzó nuevos máximos históricos, mientras que el rendimiento de la deuda estadounidense a 10 años se mantuvo por debajo de la resistencia de primera línea en torno al 4,23/4,25%. Cabe recordar que sólo si se supera este nivel se alcanzará la cota del 4,40/43%.