SHANGHÁI, 29 mar (Reuters) - La empresa danesa de transporte Maersk afirmó que el confinamiento de Shanghái perjudicará gravemente a los servicios de transporte por carretera y aumentará sus costes, una prueba más de que la intensificación de los esfuerzos de China por contener la propagación del COVID-19 pone aún más en peligro las cadenas de suministro mundiales.

La ciudad costera china, que alberga algunos de los puertos y aeropuertos más transitados del mundo, inició el confinamiento de la mitad de su población el lunes y pretende hacer lo mismo con la otra mitad durante cuatro días a partir del viernes, en una campaña de pruebas en dos fases.

Aunque ha mantenido abiertos sus aeropuertos y su puerto de aguas profundas, ha impuesto estrictas restricciones a la circulación, prohibiendo la entrada de vehículos no autorizados en las calles y ordenando a millones de personas que no salgan de sus casas.

"El servicio de transporte dentro y fuera de Shanghái se verá gravemente afectado en un 30% debido al bloqueo total de las zonas de Pudong y Puxi de Shanghái hasta el 5 de abril", dijo Maersk, la segunda empresa naviera de contenedores del mundo, en un aviso remitido a sus clientes el lunes.

Maersk añadió que los almacenes de Shanghái estarán cerrados hasta el viernes.

"En consecuencia, aumentarán los tiempos de entrega y posiblemente también los costes de transporte, como la tasa de desvío y la tasa de autopista".

SEKO Logistics, una empresa estadounidense de transporte de mercancías y almacenamiento, dijo que las fábricas de la vecina provincia de Zhejiang están optando por trasladar la carga desde el puerto de Ningbo, en lugar del de Shanghái.

"Anticipamos un fuerte aumento de las tarifas de transporte aéreo a partir de hoy. Ya hemos recibido algunas ofertas por las nubes para las consultas con destino a Europa en lo que va de día", dijo en su página web.

China está luchando contra su mayor número de infecciones por el virus COVID-19 desde que el brote inicial del país remitió a principios de 2020. Este mes ha impuesto confinamientos en otros centros de exportación de productos manufacturados, como Changchun y Shenzhen, lo que ha provocado colas cada vez más largas en los principales puertos chinos.

(Reporte de Brenda Goh; edición de Gerry Doyle; traducción de Darío Fernández)