El cambio, que refleja una subida de los precios de la energía al por mayor, afecta al 41,5% de los hogares italianos, según los datos de 2021 de ARERA.

Las condiciones del mercado habrían dictado una subida de precios mucho mayor, de "alrededor del 100%", pero ARERA intervino "excepcionalmente" para amortiguar el aumento, dijo el regulador.

La autoridad dijo que no tuvo en cuenta la diferencia entre los precios de la electricidad previstos y los reales en el último trimestre, que debería haberse añadido a la factura. Ese cálculo "necesario" se pospuso, dijo.

"La duplicación de los cargos podría haber aumentado el número de pagos atrasados, lo que se suma a las dificultades de las familias y del sector energético", dijo el presidente de ARERA, Stefano Besseghini.

Según el regulador, la factura anual de electricidad para el hogar medio italiano subirá a 1.322 euros (1.292,78 dólares) en 2022, desde los 632 euros de 2021.

Al igual que otros países europeos, Italia se enfrenta a una crisis del coste de la vida, alimentada en gran medida por el aumento de los costes de la energía.

La inflación anual alcanzó el 9,1% en agosto.

El gobierno saliente del primer ministro Mario Draghi ha destinado 66.000 millones de euros desde enero para suavizar la crisis energética, y es probable que una nueva administración gaste más.

Se espera que Draghi sea sustituido por Giorgia Meloni, líder de una coalición de derechas que ganó las elecciones generales del 25 de septiembre, en algún momento de la segunda quincena de octubre.

(1 dólar = 1,0226 euros)