Una remontada exitosa: así valora Accor el último año bursátil. En 2024, fue el valor más rentable del índice CAC40 (+36%), al que se reincorporó en marzo en sustitución de Alstom. Precisamente para dejar paso a esta empresa dejó el índice en septiembre de 2020, en plena crisis sanitaria.
Con todo, Accor es un valor del que rara vez se habla, algo absurdo considerando que es uno de los mayores grupos hoteleros del mundo, con más de 5.600 hoteles en 110 países. Desde opciones más económicas (F1 e Ibis en sus diversas formas) hasta el segmento de lujo y estilo de vida (Orient-Express, Fairmont, Sofitel, Mama Shelter), pasando por la gama media (Novotel, Mercure, Adagio) y prémium (Grand Mercure, Swissôtel, Pullman), las 45 marcas del grupo están presentes en todos los segmentos. Esta oferta está muy equilibrada, con alrededor de un tercio de las habitaciones en el segmento económico, un tercio en la gama media y un tercio en los segmentos prémium, lujo y estilo de vida.
Como la mayoría de sus principales competidores, Accor ha adoptado un modelo de "activos ligeros", lo que significa que no es propietaria de sus hoteles. En Accor, este movimiento fue impulsado por el fondo de inversión Colony Capital, del que procede el actual presidente Sébastien Bazin, y tomó forma a mediados de la segunda década de este siglo. Para los grupos hoteleros, el hecho de no ser propietarios de los hoteles significa que su actividad es mucho menos intensiva en capital, lo que libera recursos para financiar el desarrollo de las marcas.
Un sector en crecimiento
El sector hotelero se beneficia de una tendencia estructural de crecimiento: el desarrollo del turismo, que representa actualmente alrededor del 3% del PIB mundial (incluido el tráfico aéreo). Esta actividad ha experimentado un crecimiento impresionante en las últimas décadas: el número de turistas internacionales ha pasado de unos 25 millones en los años 50 a 1.300 millones en 2023. Aunque la pandemia detuvo la actividad, la recuperación ha sido fuerte y las cifras para 2024 deberían superar los récords de 2019.
Esta tendencia se mantendrá en los próximos años, gracias sobre todo a Asia, donde sigue emergiendo una clase media que impulsa la demanda de viajes. En 2025, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional prevé un récord de pasajeros: 5.200 millones, un 6,7% más que en 2024. Todos ellos, obviamente, necesitarán alojamiento.
Búsqueda de experiencias
La amplia cartera de marcas de Accor le permite adaptarse a las necesidades de los consumidores. Esta estrategia se resume en este pasaje del último informe anual: "Cada marca pretende dar la mejor respuesta posible a los deseos individuales, que pueden cambiar, evolucionar o cruzarse. En un mundo donde la experiencia es lo más importante, donde el cambio se está convirtiendo en un hábito y la personalización se ha convertido en la norma, una cartera de marcas extremadamente variada también permite ofrecer respuestas regionalizadas o globalizadas en función de las necesidades". La típica chorrada de informe anual, dirán ustedes.
Por supuesto. Pero la noción de experiencia es clave. Como vemos desde hace casi dos años, el lujo está en crisis (aunque el último informe de Richemont sea tal vez un signo de estabilización). Las ventas de los vendedores de bolsos, relojes y joyas, así como los de vinos y licores, están cayendo. Únicamente el sector del gran lujo sale bien parado. Empresas como Hermès o Ferrari tienen una gama de productos tan reducida y una clientela tan poco sensible a los precios que su poder de fijación de precios (la capacidad de repercutir las subidas de precios) parece infinito.
Pero los consumidores siempre están dispuestos a pagar por experiencias. El mundo de hoy ya no es el de Jacques Séguéla y su Rolex, sino el de Instagram, donde la gente comparte sus experiencias para mostrar lo maravillosas que son sus vidas. Las marcas de todos los sectores lo han entendido y están sacando partido de ello.
Esto es exactamente lo que está haciendo Accor con su división de lujo y estilo de vida. Experiencias prémium a precios prémium. La marca Orient-Express, con sus trenes y próximamente dos hoteles (en Roma y Venecia) y su velero, es un ejemplo perfecto. Así, esta división, que representa menos del 10% de los hoteles, genera el 25% de las ventas. Y Accor tiene toda la intención de desarrollarla. Si miramos en detalle el pipeline (los proyectos de desarrollo lanzados), está prevista la apertura de 268 hoteles de esta división, lo que supone un aumento de cerca del 50%.
¿Un precio con el que todos están de acuerdo?
En 2025, se prevé que la demanda de viajes se mantenga en un nivel elevado, lo que se traducirá en un aumento de los ingresos del sector. Así lo afirma Bank of America en una nota reciente: "No vemos el final del ciclo de los viajes en 2025. No vemos señales de que los estadounidenses estén perdiendo el interés por viajar a Europa, lo que es bueno para las tarifas aéreas transatlánticas y el RevPAR [ingresos por habitación disponible, un indicador clave del sector] de los hoteles europeos".
En consecuencia, Accor es uno de los valores favoritos del banco estadounidense por su capacidad para captar esta demanda y su favorable política de retorno al accionista. De hecho, la mayoría de los analistas recomiendan comprar el valor, y el precio objetivo medio no ha dejado de subir en los últimos dos años.
La reciente evolución bursátil de Accor (+65% en los últimos dos años) es notable, pero la pandemia hizo caer en picado el precio de la acción. Desde principios de 2020, ha subido solo un 15%, mientras que los beneficios por acción han aumentado un 43% en el mismo periodo. Con un PER futuro de 19, el precio de la acción está, en términos de valoración, en un mínimo prepandémico. Y se espera que el beneficio neto aumente un 11% en 2025 y 2026. Así pues, la valoración actual, unida a las perspectivas de beneficios, nos permite ser relativamente optimistas sobre el futuro.