LUXEMBURGO (dpa-AFX) - El grupo inmobiliario en dificultades Adler Group tiene que recurrir a un escenario alternativo para la modificación prevista de las condiciones de los bonos. Debido a que algunos acreedores se habían negado a dar a la empresa su consentimiento a las nuevas condiciones para una determinada serie de bonos a finales de 2022, Adler no pudo aplicar así su plan original para todos los bonos. En su lugar, el grupo está llevando a cabo ahora un "plan de reestructuración inglés" con el apoyo de la mayoría requerida de acreedores que habían acordado un aplazamiento, según anunció Adler en Luxemburgo el jueves. En consecuencia, el plan de reestructuración se presentará en el Reino Unido.

Para ello, Adler habría fundado la filial británica AGPS BondCo, que será designada deudor principal y nuevo emisor de los bonos. Al mismo tiempo, se emitirá una garantía irrevocable e incondicional a favor de los obligacionistas. Adler espera poder aplicar las modificaciones de bonos propuestas con el apoyo de la mayoría de acreedores requerida una vez que el plan de reestructuración haya sido iniciado por el nuevo emisor. Se espera que las nuevas condiciones de los bonos entren en vigor en abril de 2023, según la empresa.

Adler lleva meses negociando con sus acreedores. La empresa estuvo inicialmente bajo la lupa de la Autoridad Federal de Supervisión Financiera alemana en octubre de 2021 a raíz de las acusaciones del vendedor de posiciones cortas Fraser Perring, y ahora se encuentra también bajo presión ante la subida de los tipos de interés y una elevada necesidad de financiación. Para ello, la empresa había adelgazado su cartera y vendido propiedades con el fin de reducir su deuda y mantener sus condiciones de financiación en un rango sólido.

El cambio de las condiciones de los bonos también forma parte del plan de reorganización. En noviembre, la inmobiliaria ya había llegado a un acuerdo al respecto con importantes acreedores, como las sociedades de inversión Pimco y Blackrock, y también había recibido un compromiso de nuevo capital de deuda de casi mil millones de euros.

Sin embargo, el objetivo de Adler de ampliar los vencimientos de los bonos, entre otras cosas, se encontró con la resistencia de algunos inversores. Como resultado, no consiguió obtener el apoyo de las tres cuartas partes de los acreedores que exige la legislación alemana. El plan suscitó el descontento sobre todo de los inversores que poseen los bonos corporativos con los vencimientos más largos. En la actualidad, estos títulos cotizan bastante más baratos en el mercado de obligaciones que, por ejemplo, los que vencen en 2023 y el año que viene.

Sin embargo, según Adler, el 78% de los tenedores de bonos se han pronunciado a favor de la reestructuración conforme a la legislación inglesa. Como parte del acuerdo, también van a renunciar a un estado financiero anual auditado hasta el año que viene. Esto se debe a que Adler aún carece del auditor correspondiente. Un tribunal berlinés había rechazado el nombramiento de la auditora KPMG para el ejercicio 2022, como ya había anunciado la empresa la víspera.

KPMG ya había rechazado el certificado de auditoría de Adler para 2021 - el grupo había publicado entonces las cifras sin certificado de auditoría en la primavera del año pasado para, según sus propias declaraciones, cumplir con sus obligaciones de información de acuerdo con los términos de los bonos pendientes. En 2021, la empresa había acumulado unas pérdidas de casi 1.200 millones de euros./tav/nas/jha/