El grupo redujo su pérdida neta a 60 millones de euros (68,02 millones de dólares) desde los 126,8 millones de euros de un año antes, mientras que los ingresos subieron un 6,3% hasta los 2.320 millones de euros.

El tráfico de pasajeros en las terminales españolas repuntó casi un 60% el año pasado desde el casi estancamiento que se produjo en 2020, cuando el COVID-19 casi paralizó los viajes aéreos, pero los volúmenes seguían siendo menos de la mitad de sus niveles anteriores a la pandemia.

(1 dólar = 0,8821 euros)