En una carta fechada el 2 de septiembre, varios grupos ecologistas, entre ellos la Oficina de Defensores del Medio Ambiente (EDO), pidieron a la Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC) y a la Comisión Australiana de Valores e Inversiones (ASIC) que investigaran las declaraciones de Glencore en las que detallaba su plan para alcanzar las emisiones netas de carbono cero en 2050.

La denuncia alega que Glencore "está ampliando su producción de carbón en Australia".

"A pesar de que Glencore afirma públicamente tener planes de descarbonización alineados con París, la revisión legal de las actividades de Glencore revela que la empresa está utilizando una vía de descarbonización que no representa su negocio de carbón, que es el mayor impulsor de sus emisiones", dijo ClientEarth.

La ACCC y la ASIC no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios por correo electrónico, fuera del horario de trabajo, sobre si iban a iniciar investigaciones.

Glencore ha establecido planes para seguir siendo el propietario responsable de sus minas de carbón térmico hasta su agotamiento a mediados de la década de 2040, como parte de los esfuerzos para ayudar al mundo a alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.

"Revisaremos los materiales y las afirmaciones hechas por la EDO y sus clientes y estaremos encantados de ayudar a la ASIC y a la ACCC con cualquier consulta que puedan tener sobre estos asuntos", dijo un portavoz de Glencore en un correo electrónico.

Dado que la empresa con sede en Suiza cotiza en Londres, ClientEarth dijo que también instó al regulador británico, la Autoridad de Conducta Financiera (FCA), a "coordinarse con el regulador de valores australiano, ASIC, en una respuesta contundente".

Sin embargo, no se ha pedido formalmente a la FCA que investigue las reclamaciones, dijo ClientEarth, porque "los reguladores están de acuerdo y a menudo cooperan internacionalmente en cuestiones transfronterizas importantes como ésta".

La FCA no estaba disponible de inmediato para hacer comentarios.

El carbón térmico, el combustible fósil más contaminante, ha visto cómo se disparan su uso y sus precios debido a la escasez de energía en China y a la escasez de gas en Europa, agravada por la reducción de los suministros por parte del principal productor, Rusia, debido a las crecientes tensiones con Occidente por la guerra de Ucrania.

Los países europeos, incluida Alemania, que depende en gran medida del gas ruso, han tomado medidas para reactivar temporalmente las centrales eléctricas de carbón como alternativa.

ClientEarth y otros activistas han emprendido acciones similares contra otras empresas por sus pretensiones de cero emisiones, entre ellas la compañía energética TotalEnergies y la aerolínea KLM.