Airbus es el primer fabricante mundial de aviones de más de 100 plazas, con un 71,8% de sus ventas procedentes de aviones comerciales. La empresa también explota sistemas de defensa y aeroespaciales (17,4%) y helicópteros civiles y militares (10,8%).
Su competidor directo, Boeing, lleva años de retraso debido a una infrainversión que ha degradado considerablemente el rendimiento operativo y la calidad de sus aviones. Los ciclos aeronáuticos son largos: Boeing no se recuperará de la noche a la mañana.
Airbus está bien posicionado para aprovechar el crecimiento del tráfico aéreo, que se duplicará en los próximos 20 años; sobre todo, teniendo en cuenta que actualmente existe una clamorosa escasez de aviones. Se espera que la demanda crezca un 8% anual en los próximos tres años.
Con la elección de Donald Trump, cabe esperar una reducción del apoyo estadounidense a la OTAN, lo que empujaría a Europa a aumentar su gasto en defensa, beneficiando directamente a Airbus, cuya división de defensa representa el 17% de sus ventas.
Un dólar fuerte favorece a los exportadores como Airbus, ya que el 75% de sus ingresos son en dólares.
Norteamérica representa el 24% de las ventas de Airbus. Hace ya diez años que cuentan con fábricas en Estados Unidos. Las familias A220 y A320neo se ensamblan en Alabama y los helicópteros en Misisipi. En la actualidad, más de 3.200 empleados trabajan directamente en Estados Unidos.
El A321neo y su versión XLR de largo alcance han sido un éxito comercial con el que han llenado un vacío dejado por Boeing en el mercado de pasillo único de largo alcance.
Airbus prevé entregar unos 770 aviones comerciales en 2024, a pesar de los problemas de suministro. La empresa está reforzando su división de Defensa y Espacio para mejorar su competitividad y ha puesto en marcha iniciativas para aumentar la eficiencia operativa. La cartera de pedidos de Airbus se encuentra en un nivel récord, con 8.749 aviones y 922 helicópteros, lo que garantiza más de diez años de producción.
Tras una caída del 8% de los beneficios por acción en 2024, los beneficios deberían repuntar entre un 30 y un 35% en 2025.
Los principales riesgos para Airbus son las interrupciones en la cadena de suministro, las tensiones geopolíticas y el aumento de la competencia. Sin embargo, la demanda de la familia A320neo sigue siendo fuerte y la empresa tiene una posición de tesorería neta de 7.200 millones EUR. Los problemas de suministro, en particular con Spirit AeroSystems, podrían afectar a los objetivos de entrega y producción del A320. La rigidez del mercado laboral también limita la capacidad de Airbus para aumentar rápidamente la producción.
Airbus representa una atractiva oportunidad de inversión en el sector aeroespacial y de defensa. A pesar de los retos, la empresa tiene unos fundamentos sólidos y una estrategia clara para mantener su posición de liderazgo. Sin embargo, los inversores deben ser conscientes de los riesgos asociados a la cadena de suministro y a la volatilidad del mercado.