Airbus logró pedidos multimillonarios de aviones por parte de Arabia Saudí y Polonia en la jornada inaugural del Salón Aeronáutico de París, evento marcado por una disputa diplomática independiente tras la decisión de Francia de cerrar algunos stands israelíes por exhibir armas letales.

Los delegados esperan que la edición de este año, considerada la mayor feria aeronáutica del mundo, registre menos actividad comercial de lo habitual, en parte debido al accidente mortal de un Boeing 787 de Air India la semana pasada, y también porque Boeing cerró acuerdos importantes durante la reciente gira del presidente estadounidense Donald Trump por Oriente Medio.

No obstante, Airbus parece encaminada a concretar una serie de ventas en su territorio natal, mientras que el interés por el sector de defensa se mantiene alto ante el aumento del gasto militar en Europa y la escalada de tensiones entre Israel e Irán.

Las tensiones entre los tradicionales aliados Francia e Israel se intensificaron al inicio del evento, cuando París ordenó el cierre de los principales stands israelíes tras negarse estas empresas a retirar armas de ataque de sus exhibiciones.

El Ministerio de Defensa de Israel calificó la medida de "escandalosa y sin precedentes" y acusó a Francia de intentar proteger a sus empresas de la competencia israelí. 

Hablando ante los paneles negros que bloqueaban los stands israelíes, la gobernadora republicana estadounidense Sarah Huckabee Sanders describió la decisión francesa como "bastante absurda".

Los organizadores del salón informaron que mantenían conversaciones para intentar "encontrar una solución favorable".

La oficina del primer ministro francés, François Bayrou, señaló que todos los expositores habían sido advertidos antes del evento de que las armas de ataque estarían prohibidas y que las empresas podrían reanudar sus exhibiciones si cumplían con este requisito.

Bayrou declaró a la prensa que, dada la postura diplomática de Francia y "en particular su... gran preocupación por Gaza", el gobierno consideraba inaceptable que ese tipo de armamento se mostrara en el salón.

AMBICIONES SAUDÍES, PLANES POLACOS

El CEO de Boeing, Kelly Ortberg, y la responsable de aviones comerciales, Stephanie Pope, cancelaron su viaje a París y la compañía estadounidense redujo su programa en el evento para centrarse en apoyar la investigación del accidente del Air India que costó la vida a más de 240 personas, el primer siniestro mortal con un 787.

Mientras tanto, Airbus se mantuvo activa cerrando acuerdos.

La compañía saudí de leasing AviLease anunció el lunes la compra de 30 aviones Airbus A320neo de pasillo único y 10 cargueros A350, en su primer acuerdo directo con el fabricante europeo.

El valor de la operación ronda los 3.500 millones de dólares, según estimaciones de analistas de Cirium Ascend.

Arabia Saudí está invirtiendo fuertemente para convertirse en un nuevo hub regional de aviación, buscando alcanzar a Dubái y Qatar mediante el lanzamiento de la nueva aerolínea Riyadh Air y el anuncio de un aeropuerto masivo de seis pistas.

Riyadh Air también firmó un acuerdo con Airbus para la adquisición de 25 aviones A350-1000 de largo alcance, valorados en unos 4.600 millones de dólares.

Ambas empresas saudíes pertenecen al Fondo Público de Inversión, cuyos directivos asistieron al salón como parte de una amplia delegación, en el marco del esfuerzo del reino por expandir su infraestructura turística y de carga, y desafiar a los gigantes aéreos del Golfo, Emirates y Qatar Airways, por una cuota del tráfico creciente.

La política europea y los reajustes en las alianzas de seguridad también marcaron uno de los salones más políticos de los últimos años.

La aerolínea nacional polaca LOT anunció un pedido de 40 Airbus A220, con opciones para otros 44, confirmando informaciones previas de Reuters y considerado parte de un acercamiento más amplio con Francia. Los 40 aviones están valorados en unos 1.600 millones de dólares.

El acuerdo llegó tras una reñida competencia entre Airbus, con sede en Francia, y la brasileña Embraer.

La licitación recibió gran atención política, ya que Varsovia busca mejorar unas relaciones a veces irregulares con Francia, en un contexto de incertidumbre sobre los compromisos de seguridad de Estados Unidos, según fuentes europeas del sector aeroespacial y de defensa.

En mayo, Francia y Polonia firmaron un tratado para incrementar la cooperación en defensa, energía nuclear y otros ámbitos, señalando el fortalecimiento de alianzas entre naciones europeas.

En otros negocios, la aerolínea japonesa ANA formalizó un pedido previamente anunciado a Airbus y fuentes del sector aseguran que Egyptair está cerca de adquirir seis Airbus A350 adicionales.

Bloomberg News informó que la aerolínea taiwanesa Starlux también estaría cerca de encargar más aviones Airbus A350.

Las empresas armamentísticas estadounidenses también aprovecharon para promocionar sus productos, mientras los rivales europeos debaten cómo responder al aumento del gasto, aunque hubo pocos anuncios de gran calado.

"París es tradicionalmente un salón civil, pero este año muchos inversores, especialmente aquellos nuevos en aeroespacial y defensa, acuden con expectativas quizá demasiado altas respecto a novedades en defensa", comentó Sash Tusa, analista de Agency Partners.