Hayes dijo que la compañía aún no estaba preparada para hacer pública su oferta por la aerolínea de ultrabajo coste, pero la filtración de la noticia le obligó a hacerlo. En una teleconferencia celebrada a la mañana siguiente, los motivos quedaron patentes mientras JetBlue se esforzaba por convencer a los inversores de los motivos de su oferta no solicitada de 3.600 millones de dólares.

El movimiento sorpresa de la compañía aérea con sede en Nueva York ha desconcertado a Wall Street porque pretende combinar dos compañías con muy poco en común, aparte de las flotas dominadas por los aviones de Airbus SE. Como resultado, se espera que el acuerdo sea muy costoso para JetBlue, lo que plantea dudas sobre las supuestas sinergias.

JetBlue no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Las acciones de la compañía han caído cerca de un 19% desde que se conoció la noticia. Las acciones de JetBlue bajaban un 4,2% a 11,92 dólares el jueves por la tarde.

Una de las principales preocupaciones de los inversores son los modelos de negocio marcadamente diferentes de las dos aerolíneas.

Spirit es una aerolínea sin lujos que se basa en tarifas reducidas al mínimo posible, complementadas con cargos por extras como la reserva a través de un centro de llamadas, una estrategia conocida como desagregación.

El éxito de su modelo de negocio está impulsado por una estructura de bajos costes que le ha permitido ofrecer tarifas base bajas y mantener altos márgenes de beneficio.

En cambio, JetBlue es una aerolínea de ocio premium. Sus ofertas incluyen maletas facturadas gratuitas, un surtido de comida complementaria y suites privadas.

Hayes promete tarifas más bajas tras la finalización del acuerdo. Sin embargo, cumplir esa promesa sería una tarea difícil, según los analistas.

Los costes y las tarifas de JetBlue ya son más elevados que los de Spirit y otras compañías de ultrabajo coste. Dado que la compañía tendría que aumentar los salarios de los pilotos de Spirit para equipararlos a su estructura salarial, se espera que la presión de los costes empeore.

Savanthi Syth, analista de aerolíneas de Raymond James, estima que los salarios de los pilotos de Spirit tendrían que aumentar entre un 7% y un 51% para alcanzar la paridad con las tarifas actuales de JetBlue.

La compañía también planea reequipar la flota de Spirit para ofrecer más espacio para las piernas y una experiencia a bordo "superior" a los clientes, lo que, según dijo, supondría una inversión de varios años. Los expertos del sector afirman que la medida dejaría a la aerolínea con menos asientos para llenar de pasajeros, lo que se traduciría en una menor productividad.

Igualmente desalentadora será la tarea de integrar la cultura de dos aerolíneas que han seguido modelos de servicio diferentes. JetBlue dijo a los inversores que la integración cultural sería fundamental para el éxito de la operación.

El analista de aviación Robert Mann considera que la oferta de JetBlue fue "precipitada". "Todo el mundo está a medio camino entre tirarse de los pelos y descartarla", dijo.

UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD

JetBlue, sin embargo, ve el acuerdo como una forma de ampliar su huella doméstica en medio de la persistente escasez de mano de obra y de aviones. Intentó comprar Virgin America en 2016, pero perdió ante Alaska Air Group Inc.

Hayes dijo que la compañía llevaba mucho tiempo pensando en cómo buscar el crecimiento. Y una vez que la aerolínea de bajo coste Frontier Group Holdings Inc anunció un acuerdo a principios de febrero para fusionarse con Spirit, dijo que se creó "una ventana de oportunidad que si no se actúa en ella, desaparece".

La compañía apuesta por que una combinación con Spirit aceleraría su crecimiento en Florida y Los Ángeles y abriría oportunidades en Las Vegas, Dallas, Houston, Chicago, Detroit, Atlanta y Miami.

Tras el acuerdo, las dos compañías tendrán una flota combinada de 455 aviones, con entregas de otros 220 jets de Airbus previstas para 2027. Ofrece una mayor flexibilidad en un momento en el que las aerolíneas no pueden obtener nuevos aviones con la suficiente rapidez.

Henry Harteveldt, fundador de la consultora de viajes Atmosphere Research Group, dijo que el aumento de tamaño también permitiría a JetBlue atraer a los pilotos ofreciéndoles mejores carreras.

"Está claro que la aerolínea quiere ser algo más que una aerolínea doméstica", dijo Harteveldt. "Así que una combinación de JetBlue y Spirit sería atractiva para los pilotos que quieran trabajar para una aerolínea en crecimiento en el futuro".

RIESGO DE EJECUCIÓN

A pesar de estos potenciales beneficios a largo plazo, los expertos del sector dicen que el acuerdo está plagado de riesgos de ejecución.

El veterano inversor en aerolíneas de bajo coste Bill Franke, que fue el artífice de la unión de Frontier con Spirit, dijo en una ocasión que no ser disciplinado con el modelo de negocio y dejar que se cuelen otros costes era el "camino al infierno" para las aerolíneas.

Franke se ciñó a esa fórmula en el acuerdo con Spirit. Las dos aerolíneas no sólo tienen modelos de negocio sin lujos, sino que también tienen redes muy complementarias y ambas utilizan aviones Airbus.

En comparación, JetBlue y Spirit tienen un alto grado de concentración en el sur de Florida, lo que se espera que atraiga el escrutinio de los reguladores.

Los analistas de UBS dijeron que mientras los méritos de una combinación Frontier-Spirit eran más sencillos, la oferta de JetBlue era un "rasca-cabezas".

La perspectiva de una unión entre modelos de negocio de ultra bajo coste e híbridos recuerda a las infructuosas propuestas de Wizz Air Holdings Plc hacia la británica Easyjet Plc el año pasado, que ésta rechazó.

Wizz también forma parte del establo de inversiones de Franke, aunque su apoyo a un movimiento que aparentemente rompe su propia regla de inversión no estaba claro. Los analistas de entonces cuestionaron la mezcla de tipos de aerolíneas, en lo que resultó ser un precursor del actual debate sobre la estrategia de JetBlue.

"Es un poco a medias, sinceramente", dijo el analista Mann, refiriéndose a la oferta de JetBlue.