Por Keith Zhai y Lingling Wei 
   THE WALL STREET JOURNAL 
 

El fundador de Alibaba Group Holding Ltd, Jack Ma, tenía a reguladores y autoridades locales de su parte mientras hacía crecer a su compañía hasta convertirla en la versión china de Amazon.com Inc, pero la reciente mano dura del presidente del país, Xi Jinping, con el imperio del empresario más conocido de China ha puesto fin a las buenas relaciones.

Desde finales del año pasado, Alibaba ha estado en el punto de mira de Pekín, junto con su filial financiera Ant Group Co. Los reguladores ya han actuado con severidad contra Ant, a la que consideran un riesgo para el sistema financiero y a la que han obligado a realizar cambios que reducirán mucho sus perspectivas.

No obstante, parece que Alibaba recibirá un trato más blando. Fuentes con conocimiento de la opinión de Pekín indicaron que los reguladores no quieren aplastar a un puntal de la tecnología popular entre los ciudadanos chinos y los inversores mundiales, siempre y cuando se distancie de su pretencioso y franco fundador y se alinee más estrechamente con el Partido Comunista.

Los reguladores de la competencia están considerando imponer una multa récord a Alibaba que superará los US$975 millones que Qualcomm Inc pagó en 2015 por prácticas contrarias a la competencia, hasta ahora la mayor pagada nunca por una empresa en China, según fuentes con conocimiento de la situación.

Esas fuentes agregaron que a Alibaba también se le pedirá que ponga fin a una práctica que se ha llamado "er xuan yi" --literalmente, "elige, uno de los dos"--, por la que, en opinión de los reguladores, el gigante tecnológico castigaba a ciertos comerciantes que vendían productos tanto en la plataforma de Alibaba como en las de sus rivales, como JD.com. Las medidas precisas que se exigirán a Alibaba probablemente se idearán después de que se anuncie una decisión, según una de las fuentes.

Además, los reguladores están valorando si exigen a Alibaba que se desprenda de algunos activos no relacionados con su negocio principal de comercio online. Cuando sean definitivas, las medidas contra Alibaba deberán ser aprobadas por las máximas autoridades de China.

Alibaba ahora afronta un doble reto: corregir el comportamiento contrario a la libre competencia que alegan los reguladores y cumplir la agenda política del Gobierno. La presión refleja la reivindicación de las autoridades chinas de las prerrogativas del Estado sobre la economía, que podrían reducir la innovación y el espíritu competitivo que ha impulsado el crecimiento del país en las últimas décadas.

Los representantes de Alibaba no quisieron hacer comentarios y el principal regulador del mercado de China, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado, no respondió a las solicitudes de comentarios.

Aunque dolorosas, ninguna de las medidas que se están considerando paralizarían a la compañía, entre cuyos negocios hay operaciones de comercio online, entretenimiento, medios de comunicación e informática en la nube. A diferencia de Ant, al que los reguladores consideraban perturbador y una amenaza para la estabilidad del sistema financiero, Alibaba es el orgullo de China, un escaparate de innovación tecnológica que también es fundamental para la economía del país. Cerca de 780 millones de consumidores chinos, la mitad de la población del país, realizaron compras en las plataformas de la compañía el año pasado.

Algunos ejecutivos de Alibaba han dicho que una multa, aunque sea enorme, sería un alivio, al menos provisionalmente, para una empresa golpeada por la incertidumbre regulatoria y el hundimiento de la moral de los empleados.

La acción de la compañía, que cotiza en Nueva York y Hong Kong, ha perdido más de US$200.000 millones --cerca de una cuarta parte de su valor de mercado-- desde que comenzó la arremetida de los reguladores contra el imperio de Ma a finales del año pasado.

Tanto empleados de la compañía como funcionarios del Gobierno destacan un momento clave en mayo de 2020 en el que sintieron que se había producido un gran cambio en la opinión del Gobierno sobre Alibaba. Fue cuando el máximo regulador chino de internet, la Administración del Ciberespacio de China, dijo en un informe que Alibaba había utilizado "capital para manipular a la opinión pública", según fuentes que tuvieron acceso al informe.

Esto ocurrió tras un incidente en abril en la plataforma Weibo, similar a Twitter. Los rumores sobre que un ejecutivo de Alibaba estaba teniendo una aventura habían provocado un torrente de publicaciones, pero en menos de una hora algunos usuarios empezaron a quejarse de que sus publicaciones estaban siendo borradas, una práctica habitual en el caso de comentarios políticamente sensibles pero no así para los cotilleos sobre famosos.

El regulador de internet dijo que Alibaba había ordenado las acciones de Weibo, de la que Alibaba controla en torno al 30%, y que se le había ordenado que dejara de influir en las redes, según fuentes que vieron el informe.

Pero pese a la ira del Gobierno por las tácticas de Alibaba, Pekín no quiere incapacitar a la compañía, según fuentes conocedoras de la opinión de los reguladores. El grupo tiene más de 110.000 empleados y un negocio de inteligencia artificial que se expande rápidamente, además de ser uno de los principales proveedores de almacenamiento en la nube de China, sectores que se consideran fundamentales para el futuro del país.

-Escriba a Keith Zhai a keith.zhai@wsj.com y Lingling Wei a lingling.wei@wsj.com

Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

Editado por RMR

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March 11, 2021 11:42 ET (16:42 GMT)