Alphabet y Nvidia se han unido a varios fondos de capital riesgo de primer orden para invertir en SSI, una empresa emergente cofundada por Ilya Sutskever, antiguo científico jefe de OpenAI, según una fuente cercana al asunto citada por Reuters. Creada hace tan solo unos meses, SSI ya figura entre las empresas emergentes de inteligencia artificial con mayor valor.
Hay que reconocer que el nombre de Ilya Sutskever tiene un gran peso en el universo de los gigantes tecnológicos. Ya era investigador de inteligencia artificial en Google, pero dejó la empresa para cofundar OpenAI junto a gente como Sam Altman y Elon Musk. En ambas ocasiones, abandonó los proyectos por la falta de interés de la empresa en la seguridad relacionada con la IA. Por lo tanto, no es arriesgado suponer que este será uno de los ejes centrales de SSI, su nueva iniciativa.
La financiación demuestra el creciente interés de los gigantes tecnológicos y los proveedores de infraestructura por las empresas emergentes que desarrollan tecnologías de IA de vanguardia, que requieren enormes recursos informáticos. Alphabet, que desarrolla sus propios modelos de inteligencia artificial, anunció a principios de esta semana un acuerdo a través de su división de informática en la nube para suministrar a SSI unidades de procesamiento tensorial (TPU), conocidas por el nombre de los chips de inferencia, Ironwood.
Recientemente valorada en 32 000 millones USD en una ronda de financiación liderada por el fondo Greenoaks, SSI se ha impuesto rápidamente en el panorama de la investigación de modelos fundamentales de IA, en gran parte gracias a la reputación de Sutskever, reconocido por su capacidad para anticipar las grandes tendencias del sector.
Como muchos de sus competidores, SSI tiene una enorme necesidad de procesadores. Sin embargo, no se han revelado los términos exactos de la inversión de Alphabet y Nvidia.
La doble iniciativa de Alphabet, a través de su empresa matriz y su división de nube, con laboratorios de IA de renombre como SSI y Anthropic ilustra la evolución de su estrategia en materia de hardware de IA. Google, que originalmente reservaba sus TPU para uso interno, ahora amplía su acceso a clientes externos. El contrato firmado con SSI marca un hito importante en este proceso, como ha indicado Darren Mowry, director general de Google a cargo de las asociaciones con empresas emergentes.
«Con estos desarrolladores de modelos fundamentales, la balanza se inclina fuertemente a nuestro favor», declaró a Reuters. Hasta ahora, los desarrolladores de IA preferían en su mayoría las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia, que representan más del 80 % del mercado. Ahora bien, dos fuentes han confirmado que SSI apuesta principalmente por las unidades de procesamiento tensorial de Google para sus trabajos de investigación y desarrollo.
A través de su servicio en la nube, Google ofrece tanto las GPU de Nvidia como sus propias TPU, diseñadas para sobresalir en tareas específicas de IA con una eficacia superior a las GPU polivalentes. Estos chips ya se han utilizado para entrenar modelos a gran escala, como los de Apple o Anthropic, competidor de OpenAI apoyado con miles de millones USD por Google y Amazon.
Frente a Google y Nvidia, Amazon está desarrollando sus propios procesadores competidores, llamados Trainium e Inferentia. Desde 2023, Amazon afirma que Anthropic está desarrollando su tecnología en estos chips. El pasado diciembre, el grupo anunció que Anthropic se convertiría en el primer cliente de un superordenador masivo alimentado por cientos de miles de sus procesadores propios.
Sin embargo, Anthropic sigue utilizando los TPU para sus proyectos de IA y no ha reducido su gasto en chips de Google, según han precisado dos fuentes.
Ahora es habitual que los grandes proveedores de nube inviertan masivamente en empresas emergentes de IA que desarrollan modelos fundamentales, al tiempo que se convierten en importantes clientes para sus infraestructuras. Amazon y Google han apostado por Anthropic, mientras que Microsoft presta apoyo activamente a OpenAI. Por su parte, Nvidia también ha invertido en OpenAI y en xAI, la empresa emergente de Elon Musk.