Dos empresas, Qnovia y MIIST Therapeutics, han desarrollado dispositivos similares a los vaporizadores basados en la tecnología utilizada en los nebulizadores médicos existentes, que convierte los medicamentos líquidos en una fina niebla.
Otra empresa, Greentank, afirma haber desarrollado una forma de vaporizar sustancias mediante un chip calefactor que resuelve los problemas de seguridad de los vapes actuales y puede ofrecer una forma mejor de tratar dolencias como las migrañas.
Las empresas y los expertos afirman que la inhalación puede aliviar el dolor en cuestión de segundos, con menos efectos secundarios que las pastillas, pero su ambición de vender dispositivos parecidos a los vapes en el ámbito médico, en medio de la creciente preocupación por sus efectos sobre la salud, será una tarea ardua.
Por ahora, Qnovia y MIIST lanzarán sus productos inicialmente como tratamientos de terapia de sustitución de nicotina (TSN) sólo con receta, mientras que Greentank apunta inicialmente al uso de su chip calefactor en vapes recreativos de cannabis y nicotina.
En última instancia, las empresas aspiran a que sus dispositivos administren una amplia gama de fármacos y Douglas Dunlap, director comercial de Greentank, cita como ejemplo la medicación para la migraña.
Un método habitual de administrar el tratamiento de la migraña es a través de una pastilla, que tarda hasta una hora en hacer efecto y puede incluir síntomas como vómitos y mareos.
"Si pudiéramos acortar ese tiempo, sería un gran éxito para nosotros", afirma Dunlap, antiguo ejecutivo de la empresa de vapeo JUUL, que añade que los vapeadores pueden administrar una dosis en 60 segundos.
Tres mil millones de personas sufren migrañas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Cientos de millones más padecen afecciones como asma o enfermedades pulmonares, tratadas con medicamentos inhalados.
Sólo la compañía farmacéutica GSK generó en 2023 casi 7.000 millones de libras (8.900 millones de dólares) de ingresos procedentes de medicamentos respiratorios generales para afecciones como el asma y las enfermedades pulmonares.
PREOCUPACIONES SANITARIAS
Federico Buonocore, profesor centrado en la administración alternativa de fármacos pulmonares en la Universidad británica de Kingston, afirmó que los actuales dispositivos de administración de fármacos inhalados son toscos y difíciles de manejar, por lo que tienden a utilizarse de forma incorrecta.
Un diseño similar a un vaporizador podría resolver estos problemas, afirmó.
Las grandes tabacaleras ya han intentado y fracasado en su intento de introducirse en este mercado, y sus esfuerzos han estado plagados de desconfianza y oposición por parte de las autoridades sanitarias.
Philip Morris International desechó el año pasado el objetivo de obtener más de 1.000 millones de dólares de ingresos anuales para 2025 de su unidad de bienestar y salud, que incluye un negocio de fabricación de inhaladores para el asma.
El consejero delegado, Jacek Olczak, dijo que la empresa había sido "demasiado optimista sobre cómo aceptará el entorno externo... Big Tobacco" en sectores ajenos al de la nicotina. Un producto de aspirina inhalada desarrollado por la unidad tampoco tuvo éxito tras un ensayo clínico el año pasado.
Qnovia, con sede en Virginia, y MIIST, con sede en California, son empresas farmacéuticas y no están asociadas con las Grandes Tabacaleras, aunque algunos de sus altos ejecutivos proceden de esa industria.
El consejero delegado de Qnovia, Brian Quigley, antiguo jefe del gigante tabaquero Altria, dijo a Reuters que la empresa planea presentar pronto solicitudes de fármacos en EE UU y en el Reino Unido en 2026 para su dispositivo como NRT, y lanzar un ensayo clínico en septiembre.
MIIST también necesita obtener las aprobaciones reglamentarias. Su ensayo clínico de fase 1 descubrió que su dispositivo podía aliviar los antojos más rápidamente que otras NRT aprobadas, como los parches y los chicles, notoriamente ineficaces para ayudar a los fumadores a dejar de fumar.
Greentank, con sede en Toronto y fundada en 2015 para fabricar hardware de vapeo, verá cómo la empresa estadounidense Jaunty lanza en septiembre el primer vapeador de cannabis estadounidense que utiliza su tecnología.
Greentank busca ahora un socio farmacéutico para apoyar el desarrollo de su chip de calentamiento para la administración de medicamentos.
El fundador de MIIST, Dalton Signor, declaró a Reuters que espera que el dispositivo de la empresa pueda utilizarse algún día para administrar fármacos para cosas como el alivio del dolor y la ansiedad.
Sin embargo, dijo que un reto importante es asegurarse de que dispositivos como el de MIIST no se confundan con los típicos vapes, objeto de crecientes preocupaciones sanitarias.
Autoridades como la Organización Mundial de la Salud afirman que los vapes pueden producir sustancias químicas nocivas como el formaldehído y los metales pesados, y sus efectos a largo plazo son inciertos.
La inversora de capital riesgo Catharine Dockery, consejera delegada de Vice Ventures, afirmó que su empresa respaldó a Qnovia porque su tecnología de nebulización no utiliza calor, un proceso que puede generar emisiones nocivas.
El dispositivo de Greentank sí utiliza calor, un hecho que también significa que algunos medicamentos pueden no funcionar con él.
Dunlap afirmó que Greentank se encuentra en las primeras fases de su intento de identificar los medicamentos que se adaptan a esta tecnología, y que las pruebas realizadas demuestran que su método de calentamiento no produce emisiones nocivas.
Pero puede que muchos sigan siendo escépticos.
Buonocore, de la Universidad de Kingston, investigó el uso de los cigarrillos electrónicos como dispositivos de administración de fármacos.
"Lo primero que me dijo todo el mundo fue: 'Es un error utilizar este dispositivo como un aparato médico'", afirmó, y añadió que entre las preocupaciones se incluía que sería inapropiado recetarlos a los niños.
"Salir de ese estigma va a ser muy difícil para el sector". (1 dólar = 0,7867 libras)