El gigante del comercio electrónico no compartió detalles sobre el número de puestos de trabajo que recortará ni un período de tiempo.

Sin embargo, el anuncio supuso un cambio drástico para una empresa conocida por su creación de empleo y dio forma a los últimos despidos en el sector tecnológico.

La reducción afecta a la división de dispositivos que popularizó los altavoces que los consumidores comandan mediante la voz.

El minorista pretendía que Alexa, su asistente de voz que impulsa los dispositivos, fuera omnipresente y estuviera presente para realizar cualquier pedido de compra, aunque no estaba claro hasta qué punto los usuarios lo han adoptado para tareas más complejas que consultar las noticias o el tiempo.

Los medios de comunicación, entre ellos Reuters, informaron el lunes de que los recortes ascenderían a alrededor del 3% de la plantilla corporativa de Amazon, de aproximadamente 300.000 personas, dejando sin afectar a los asociados de almacén y transporte.

Algunas personas que trabajan en Alexa acudieron el martes a la red de contactos LinkedIn para decir que han perdido sus puestos de trabajo. El asistente virtual, un proyecto inspirado en un ordenador parlante de la serie de ciencia ficción Star Trek, llegó a contar con 10.000 personas en 2019.

En aquel momento, Amazon presumió de haber vendido más de 100 millones de dispositivos Alexa, una cifra que no ha refrescado públicamente desde entonces. Su fundador, Jeff Bezos, dijo más tarde que la empresa a menudo vendía los dispositivos Alexa con descuento y a veces por debajo del coste.

Mientras Amazon se esforzaba por codificar respuestas inteligentes a cualquier pregunta que Alexa pudiera esperar de los usuarios, Google, de Alphabet Inc, y OpenAI, respaldada por Microsoft Corp, han logrado avances en los chatbots que pueden responder como un humano sin necesidad de que les echen una mano.