El caso ha conmocionado a la nación centroafricana, con algunos funcionarios del gobierno y de seguridad citados por los medios de comunicación como sospechosos. La oficina del presidente dijo la semana pasada que varios sospechosos habían sido detenidos, pero no dio detalles.

Zogo, director de la emisora de radio privada Amplitude FM, fue secuestrado el 17 de enero por unos desconocidos tras intentar entrar en una comisaría para escapar de sus atacantes.

Su cuerpo fue encontrado el 22 de enero.

Zogo había informado recientemente en antena sobre un caso de presunta malversación de fondos en el que estaba implicado un medio de comunicación con conexiones gubernamentales propiedad del empresario Jean Pierre Amougou Belinga.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN VIBRANTES

La empresa de Belinga, L'Anecdote Group, propietaria de negocios que incluyen una cadena de televisión privada, confirmó su detención en un comunicado el lunes. Su abogado declaró a Reuters que su cliente no había sido acusado.

Reporteros sin Fronteras (RSF) afirmó el viernes en un informe, citando una confesión escrita de un implicado, que al parecer Zogo fue llevado a una obra en construcción que pertenece a Belinga. El abogado del empresario declinó responder a la acusación, diciendo que esperarán a los cargos.

El informe de RSF decía que más de una docena de miembros del servicio de inteligencia de Camerún habían sido detenidos, incluidos sus altos dirigentes, uno de los cuales proporcionó la confesión escrita.

Los portavoces del gobierno de Camerún y del servicio de inteligencia no pudieron ser localizados para hacer comentarios el lunes.

El asesinato de Zogo fue el último de una serie de ataques contra periodistas en Camerún, que cuenta con una prensa vibrante pero donde el presidente Paul Biya tiene un historial de décadas de represión de la oposición.

El jueves, el Comité para la Protección de los Periodistas, organismo de control de los medios de comunicación, instó a las autoridades camerunesas a ser transparentes en relación con Zogo, y a rendir cuentas también por la muerte de otro periodista bajo custodia gubernamental en 2019.