El mayor gestor de activos de Europa ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que un auge de las stablecoins respaldadas por el dólar, tras la aprobación de la Ley GENIUS en Estados Unidos, provoque un cambio significativo en los flujos monetarios y desestabilice el sistema global de pagos.

El Senado estadounidense aprobó el mes pasado la Ley GENIUS, un proyecto que busca crear un marco regulatorio para los criptoactivos vinculados al dólar estadounidense.

Se espera que la Cámara de Representantes también la apruebe y que el presidente Donald Trump la ratifique, lo que genera inquietud en otros países ante una posible ola de "dolarización" de sus economías si sus poblaciones deciden adquirir estos activos.

"Podría ser genial, o podría ser perverso", declaró Vincent Mortier, director de inversiones de Amundi Asset Management, a Reuters, manifestando su preocupación respecto a la ley estadounidense.

JPMorgan prevé que la cantidad de stablecoins en circulación se duplique hasta alcanzar los 500.000 millones de dólares en los próximos años, aunque algunas estimaciones sitúan esa cifra hasta en 2 billones de dólares.

Dado que las stablecoins deberán estar vinculadas al dólar según la ley estadounidense, esto desencadenará la compra de bonos del Tesoro de Estados Unidos. Si bien esto representa un beneficio para el país, que enfrenta un importante déficit presupuestario, también podría suponer problemas tanto para EE.UU. como para otras naciones.

"Al hacerlo, se crea una alternativa al dólar estadounidense y eso podría llevar a una mayor debilitación del dólar", señaló Mortier. "Porque si un país impulsa una stablecoin, podría percibirse como un mensaje de que el dólar no es tan fuerte".

Actualmente, el 98% de todas las stablecoins están vinculadas al dólar, pero más del 80% de las transacciones con stablecoins se realizan fuera de Estados Unidos.

El ministro de Finanzas de Italia, Giancarlo Giorgetti, advirtió en abril que las políticas estadounidenses sobre stablecoins representaban una amenaza "aún más peligrosa" para la estabilidad financiera europea que la guerra comercial impulsada por Trump.

Su argumento era que el acceso a dólares sin necesidad de una cuenta bancaria estadounidense resultaría atractivo para millones de personas y podría socavar la soberanía monetaria de los países.

El Banco de Pagos Internacionales emitió una advertencia similar sobre los riesgos que plantean las stablecoins, señalando su potencial para debilitar la soberanía monetaria, los problemas de transparencia y el riesgo de fuga de capitales desde economías emergentes.

Mortier, que supervisa los 2 billones de euros (2,36 billones de dólares) que gestiona Amundi --ninguno de ellos invertido en criptomonedas--, afirmó que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre las stablecoins, pero le preocupa que una adopción masiva pueda afectar la estabilidad financiera.

Además del problema de la dolarización, según Mortier, las stablecoins se convertirían en "cuasi-bancos", ya que la gente depositaría dinero en una moneda asumiendo que podrá retirarlo en cualquier momento. También serían utilizadas como medio directo de pago.

"Podría desestabilizar potencialmente el sistema global de pagos", afirmó. "No estoy tan seguro de que sea una buena idea".

($1 = 0,8483 euros)