El beneficio neto se situó en 1.980 millones de euros (2.000 millones de dólares), una cifra superior en unos 800 millones de euros a la estimación media de los analistas.

Los analistas también subestimaron los ingresos, que aumentaron un 8,8% hasta los 6.330 millones de euros, aproximadamente un 10% más de lo previsto.

Aunque la actividad creció en todas las líneas de negocio, incluyendo la banca minorista, los seguros y la gestión de patrimonios, la dirección del banco dijo que la banca de inversión brilló especialmente durante el trimestre.

Los ingresos subyacentes de la división de Banca Corporativa y de Inversión (CIB) se dispararon un 22%, hasta los 1.580 millones de euros, unos resultados que, según el banco, reflejan "una actividad comercial récord, en un contexto de alta volatilidad y elevadas necesidades de cobertura de los clientes".

La negociación de renta fija, divisas y materias primas (FICC) se disparó un 37%, mientras que las "boyantes" actividades de inversión y renta variable aumentaron un 12,8%, incluso cuando los mercados financieros experimentaron uno de los peores primeros semestres que se recuerdan.

Un fuerte descenso del coste del riesgo -el dinero reservado para los préstamos fallidos- también contribuyó a elevar los beneficios del grupo, después de que se tomaran provisiones durante el primer trimestre para compensar las posibles repercusiones económicas de la guerra en Ucrania.