El gigante de la gestión del dinero informó de que los activos gestionados a finales de septiembre ascendían a 1,9 billones de euros, lo que supone un descenso del 2% en los últimos tres meses.

Los gestores de activos se beneficiaron de los estímulos del gobierno y de los bancos centrales y de la demanda del ahorro reprimido durante las primeras fases de la pandemia del COVID-19.

Pero la guerra en Ucrania ha afectado a los mercados y ha hecho subir el coste de la vida, lo que ha reducido los volúmenes de activos.

"Creemos que la aversión al riesgo de nuestros clientes persistirá en el próximo trimestre, mientras duren las incertidumbres macroeconómicas", declaró la consejera delegada Valerie Baudson en una convocatoria de medios.

El gestor de activos alemán DWS registró esta semana unos activos gestionados estables de 833.000 millones de euros en el tercer trimestre, sin cambios respecto al trimestre anterior.

Sin embargo, los ingresos netos trimestrales ajustados de Amundi aumentaron un 4,7% en el trimestre, hasta los 282 millones de euros, ayudados por la reducción de costes y las sólidas comisiones de gestión, dijo en una declaración comercial.

El uso por parte de los principales gestores de fondos de las llamadas inversiones impulsadas por el pasivo (LDI), que implican elevadas cantidades de préstamos, provocó el mes pasado una crisis de liquidez en los fondos de pensiones británicos, lo que obligó al Banco de Inglaterra a intervenir para estabilizar los mercados de deuda pública del Reino Unido.

Amundi no ofrece este tipo de productos, dijo Baudson.

"No tenemos nada similar al LDI en ningún lugar del mundo, no es un problema para nosotros".