SÍDNEY, 22 nov (Reuters) - Las autoridades de las Islas Salomón dijeron que no se emitiría ninguna alerta de tsunami después de que el martes se produjeran dos potentes terremotos que dañaron el aeropuerto, centros comerciales y la embajada de Australia y provocaron cortes de electricidad en la capital, Honiara.

El primer terremoto se produjo en alta mar a una profundidad de 15 kilómetros, a unos 16 km al suroeste de la zona de Malango, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), que inicialmente situó su magnitud en 7,3 antes de revisarla a 7,0.

Un segundo temblor, de magnitud 6,0, se produjo en las proximidades 30 minutos después.

"Hemos enviado un helicóptero para sobrevolar la zona y verificar el alcance y la magnitud de los daños", dijo a Reuters por teléfono Brian Tomu, responsable de asuntos públicos de la Oficina Nacional de Gestión de Desastres.

La autoridad encargada de las catástrofes se centró en la isla de Guadalcanal, donde se encuentra Honiara, la más cercana al epicentro, dijo.

La gente salió corriendo de las oficinas presa del pánico, buscando terrenos más altos tras el gran terremoto, dijo.

"No se conocen heridos, pero el tejado del anexo de la Alta Comisión se ha derrumbado, lo que apunta a probables daños en toda la ciudad", dijo el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en el Parlamento.

El aeropuerto internacional de Honiara sufrió daños en el techo, pero el edificio estaba intacto, dijo a Reuters por teléfono un trabajador de Solomon Airlines.

Las réplicas continúan sintiéndose, dijo, declinando ser nombrado ya que no está autorizado a hablar públicamente. El personal del aeropuerto seguiría trabajando, pero la sección dañada de la terminal del aeropuerto estaba cerrada a los pasajeros.

El periódico Solomon Times informó de que se había cortado la electricidad en la mayor parte de Honiara, mientras se realizaban evaluaciones preliminares de los daños en las líneas eléctricas.

El Servicio Meteorológico de las Islas Salomón dijo que no había amenaza de tsunami, pero advirtió sobre las inusuales corrientes marinas.

(Información de Kirsty Needham en Sídney y Akanksha Khushi en Bengaluru; escrito por Alasdair Pal y Lewis Jackson; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)