A primera vista, los resultados del primer trimestre de Apple han sido discretos. Entre octubre y diciembre, los ingresos del grupo de Cupertino aumentaron un 4%, hasta los 124.300 millones USD. Los beneficios aumentaron un 7,1%, hasta los 36.300 millones USD, señal de que los márgenes siguen siendo sólidos. Los inversores parecen querer ver el lado positivo: la cotización subió un 4% en Wall Street.

Detenerse a estas alturas no sería digno del equipo de analistas de MarketScreener, ¿verdad? Las cifras de Apple reflejan otra verdad, menos visible en el comunicado de prensa de la compañía. La marca Apple atraviesa grandes dificultades en China, su segundo mercado por detrás de Estados Unidos y, por cierto, su talón de Aquiles. Y esto va a seguir así, ya que a corto plazo parece poco probable que Apple pueda invertir la tendencia.

En China, las ventas han caído un 11%. El grupo está perdiendo cuota de mercado frente a los competidores locales; Vivo, Huawei y Xiaomi entre los más destacados. Podríamos restar importancia a estos problemas, sobre todo porque estamos hablando de la mayor empresa del mundo, con unos recursos financieros desmesurados. Pero, en el mundo actual, la inteligencia artificial es esencial para los teléfonos inteligentes. Desde luego, Apple ha empezado a desplegar funciones de IA en muchos países. La marca lo llama "Inteligencia de Apple". Pero en China, la normativa obliga a la compañía a ofrecer un modelo de IA proporcionado por una empresa local. ChatGPT, que se ha desplegado como solución por defecto en los productos (por no haber desarrollado un modelo propio), no está autorizada en el país. En consecuencia, los consumidores se decantan por marcas locales tan avanzadas tecnológicamente como la compañía de la manzanita y que, sin duda, tienen más posibilidades de mejorar aún más sus productos en esta fase. Las ventas de iPhone bajan un 0,8% en todo el mundo: es fácil ver por qué.

Aparte de este gran borrón en el informe, el resto es bastante satisfactorio, e incluso supera un poco las expectativas. Los ordenadores Mac y las tabletas iPad registran un fuerte crecimiento (15,5% y 15,2%, respectivamente). Los servicios (Apple Music, Apple TV+, AppleCare), que son la segunda partida de ingresos después de los iPhones, no atraviesan una crisis: son la única línea de ingresos que todavía no ha experimentado ningún descenso. Las ventas en este sector aumentaron un 13,9%. Por último, los accesorios conectados (Apple Watch, Airpods, accesorios domésticos, etc.) cayeron un 1,7%.

En realidad, Apple ha tenido un trimestre relativamente bueno. Sin embargo, habrá que buscar soluciones para recuperar la frescura de antaño. La marca podría introducir medidas como ampliar las opciones de canje y los pagos sin intereses.

Por el momento, es difícil imaginar con precisión el futuro de Apple. Sin embargo, si la situación en China no mejora en los próximos trimestres, hay muchas posibilidades de que la empresa se convierta gradualmente en un grupo cada vez más orientado a los servicios.