Las acciones de la compañía caían un 10% en las operaciones previas a la comercialización después de que Intel predijera una pérdida sorpresa para el periodo y proporcionara una previsión de ingresos que estaba por debajo de las estimaciones en 3.000 millones de dólares.

El proveedor de Intel, KLA Corp, cayó más de un 5% tras su propia pésima previsión, mientras que Advanced Micro Devices, Nvidia, Applied Materials y Qualcom perdieron entre un 0,8% y un 3,2%.

Las previsiones sitúan a Intel en camino de obtener unos de sus peores resultados registrados y subrayan los retos a los que se enfrenta el presidente ejecutivo, Pat Gelsinger, debido a una caída post-pandémica de la demanda de PC y a la ralentización del crecimiento en el negocio de los centros de datos.

"No hay palabras que puedan retratar o explicar el colapso histórico de Intel", dijo Hans Mosesmann, analista de Rosenblatt Securities, que se encontraba entre los 16 analistas que recortaron sus objetivos de precio sobre las acciones.

La empresa, que una vez fue el actor dominante tanto en el mercado de PC como en el de centros de datos, ha ido perdiendo cuota de forma constante frente a rivales como AMD, que ha recurrido a fabricantes de chips por contrato como TSMC, con sede en Taiwán, para fabricar chips que superan la tecnología de Intel.

Algunos analistas dijeron que eso pone a Intel en desventaja incluso cuando el mercado de centros de datos toque fondo, lo que se espera para la segunda mitad de 2022, ya que para entonces habría perdido aún más cuota.

"Los chips Genoa y Bergamo de AMD tienen una fuerte ventaja precio-rendimiento en comparación con los procesadores Sapphire Rapids de Intel, lo que debería impulsar nuevas ganancias de cuota de AMD", dijo Matt Wegner, analista de YipitData.

También se espera que los resultados de Intel reduzcan drásticamente el flujo de caja disponible para la empresa en un momento en el que el consejero delegado está intentando reactivar el negocio ampliando la fabricación por contrato y construyendo nuevas fábricas en Estados Unidos y Europa.

"Ahora está claro por qué Intel necesita recortar tantos gastos a medida que los planes originales de la empresa resultan ser fantasiosos", dijeron los analistas de Bernstein.