Una revalorización del 945.846% sobre el papel, que evidentemente no tiene nada de real. Porque, al mismo tiempo, el número de acciones en circulación se ha derretido como la nieve al sol, pasando de 190.200 millones a 19 millones. El valor global de la empresa, por su parte, se mantiene intacto, solo cambia la presentación, y el valor nominal pasa simbólicamente de 0,0001 a 1 EUR.

¿El objetivo de esta operación? Reducir el número excesivo de acciones tras las ampliaciones de capital relacionadas con el plan de rescate e intentar devolver un poco de claridad —y estabilidad— al título. No tendrá ningún efecto la cartera de los accionistas, salvo que estos posean un número «imperfecto» de acciones. Para aquellos que no tengan un múltiplo exacto de 10.000, el resto se indemnizará en efectivo. Por ejemplo, para un titular de 99.000 acciones, 90.000 se agruparán automáticamente en nueve nuevas acciones y recibirá 31,50 EUR por las 9.000 restantes, que quedarán anuladas. Las acciones resultantes de la agrupación cotizan con un nuevo código ISIN: FR001400X2S4.

En la página web de Atos hay disponible una sección de preguntas frecuentes para responder a las dudas de los accionistas, pero este tipo de operaciones no son inofensivas. Un veterano de la bolsa reveló un día que "las agrupaciones precipitadas de acciones suelen ser el canto del cisne de los valores maltratados" (o algo así, seguramente no fue tan poético). Y la historia parece darle la razón: Casino ha perdido más del 80% desde su agrupación el año pasado, Air France-KLM y Vallourec han visto reducirse a la mitad su valor tras operaciones similares. Incluso Orpea, rebautizada como Emeis, ha registrado una caída de casi el 19% desde marzo de 2024. Y ni siquiera hablo de la escoria del mercado, es decir, las acciones de bajo valor que cotizan en bolsa y se alimentan de la financiación dilutiva. Algunas excepciones confirman la regla: Soitec ha subido un 25% desde 2017 y Viridien (antes CGG) ha ganado un 7% desde julio de 2024, pero después que sus resultados mejoraran notablemente (y con la experiencia de una fusión catastrófica en 2016).

En resumen, para mantenerse en los 35 EUR, Atos tendrá que garantizar su funcionamiento, es decir, que la nueva dirección consiga mejorar la imagen del grupo ante sus empleados, sus clientes… y los inversores. Agrupar las acciones ha sido lo más fácil del plan.