Goldman Sachs y Rothschild han recibido el mandato de Advent y se espera que lancen la venta de forma inminente, según fuentes cercanas a la operación. Los dos bancos, IDEMIA y Advent declinaron hacer comentarios.

El momento de la que sería una de las mayores operaciones de capital riesgo del año en Francia no es el ideal desde el punto de vista del vendedor.

El Nasdaq de Wall Street ha perdido cerca de un 25% en lo que va de año y el índice tecnológico europeo se ha desplomado más de un 30%.

La valoración de las empresas tecnológicas suele sufrir cuando suben los tipos de interés, ya que recortan el atractivo de los lejanos flujos de caja de las empresas de rápido crecimiento frente a los más seguros bonos del Estado.

Las fuentes dijeron que era difícil valorar IDEMIA en su conjunto, ya que algunos licitadores probablemente sólo presentarían ofertas por su preciado negocio de biometría e identificación y podrían pasar por alto la unidad que proporciona tarjetas sim y plataformas de pago.

Las fuentes han mencionado un valor aproximado de 3.000 millones de euros (2.980 millones de dólares) para el negocio de biometría e identificación y unos 1.000 millones para las operaciones de tarjetas sim, pero las valoraciones precisas no se redactarán hasta que los datos de la empresa sean accesibles.

El endurecimiento de las políticas monetarias y la ralentización de la economía han creado un entorno más duro para la sindicación de la deuda, dificultando la capacidad de los compradores para obtener deuda y competir en las subastas.

Los principales bancos estadounidenses y europeos redujeron cientos de millones de dólares en préstamos apalancados en el segundo trimestre y se espera que la factura aumente.

IDEMIA, que es propiedad mayoritaria de Advent desde 2017 y cuenta también con el banco de inversión estatal Bpifrance como accionista, ofrece productos de reconocimiento facial e identificación para el control de fronteras, trabajando con agencias gubernamentales para verificar la identidad de los viajeros.

Debido a la sensibilidad de estas actividades, el adjudicatario deberá obtener la autorización del gobierno.

"Hay una mezcla de autoridades francesas y estadounidenses que pretenden proteger sus respectivas tecnologías patentadas (...) no será un acuerdo fácil para ningún grupo industrial", dijo una fuente cercana a IDEMIA.

El gobierno pro-empresarial del presidente francés Emmanuel Macron, que por otra parte busca atraer a los inversores internacionales, ha reforzado su supervisión sobre las inversiones extranjeras.

El hecho de que IDEMIA tenga una base de clientes internacionales y ya sea propiedad de una entidad no francesa sugiere que el gobierno francés no insistiría necesariamente en encontrar un adquirente nacional, dijeron las fuentes.

(1 dólar = 1,0060 euros)