La pandemia ha golpeado a los sectores aéreo y turístico, ya que los estrictos controles fronterizos y la restricción de la circulación de personas para frenar la propagación del virus han alterado la demanda, lo que ha provocado un declive de los operadores aeroportuarios.

A principios de este año, el aeropuerto de Auckland suprimió sus dividendos a cuenta, recortó su capacidad y sus puestos de trabajo y recaudó fondos para superar la pandemia.

"De cara al ejercicio de 2021, seguimos enfrentándonos a una gran incertidumbre sobre el calendario de recuperación del aeropuerto de Auckland", declaró el director ejecutivo Adrian Littlewood en un comunicado.

El mayor operador aeroportuario de Nueva Zelanda también optó por no ofrecer una previsión de beneficios para 2021, citando la incertidumbre en torno a la recuperación del número de pasajeros internacionales y las continuas restricciones a la circulación de personas.

El beneficio subyacente después de impuestos para el año terminado el 30 de junio cayó un 31,4% a 188,5 millones de dólares neozelandeses (123,54 millones de dólares) desde 274,7 millones de dólares neozelandeses el año pasado, pero superó las estimaciones de 167,8 millones de dólares neozelandeses, según los datos de Refinitiv IBES.

El aeropuerto de Auckland dijo que volvería a evaluar su decisión sobre las previsiones para 2021 en su reunión anual de octubre y con sus resultados provisionales en febrero de 2021.